sábado, 7 de junio de 2008

Los Malos...Inocentes y Los Buenos Tiempos...


En el fondo de nosotros mismos siempre tenemos la misma edad.


Graham Greene.



He salido a divisar las cosas de la calle y percibo en el ambiente algo tenso, que se refleja en la cara de muchas personas que por mi lado pasan. No es que sean autómatas, aunque así lo parezcan, lo que sucede, creo yo, es que cargan en su mente más cosas de las que pueden como yo llevar consigo y el tiempo entonces se hace siempre enemigo a largo plazo.
Veo la angustia en el rostro pasajero de un señor que me mira sin mirarme, lo defino y sé que al poco tiempo su cara se me olvidará como otras tantas que ya han pasado por mi frente. Es alto, moreno y de cabello gris, gafas oscuras y muchas arrugas carga en su rostro, es por el paso más que de los años, de los golpes que la vida le ha incrustado, lo veo en su semblante, en su expresión, en su caminar pasivo, casi sin fuerza y arrastrando el peso de su vida en ese cuerpo.
A lo lejos está una señora con un niño en brazos, la miro feliz, ríe como nadie y la criatura sonríe con esa espontaneidad que da la inocencia y se pierde con los años…se pone de pie y corre como loco, se cae y vuelve a pararse, su madre digo yo por imaginarlo así, lo consiente y le tararea una canción que al acercarme me recuerda a mis años de infancia…mi lejana y ya pasada inocencia…
En una banca del parque que encuentro a mi paso mientras camino, miro a una pareja en los brazos de cupido, entre dieciocho y veinte años diría yo. Se miran fijamente a los ojos y se expresan amor incondicional que pensarán será para toda la vida…ese que pensé y soñé también tantas veces y que perdí durmiendo en mis tristes mañanas, opacas tardes o noches cansadas. Al verlos miro esa fugaz gacela del amor que reconozco…se besan y tiritan sus ojos sin saber que les espera, no piensan en lo efímero que puede ser todo, desconocen que los sueños se pierden como los años e ilusiones, que los besos que no se dan, ya no se darán jamás…porque serán otros los que se den…que un sueño muy rara vez se sueña dos veces, que todo pasa por nuestras vidas si es que pasa y no vuelve igual si es que vuelve…que cuando nos damos cuenta de la mayoría de las cosas que queremos, ya se han ido de nuestro lado, que el momento idóneo es sólo este…no hay otro y si viene bienvenido sea, pero es mejor no esperarlo, porque algunos nos cansamos de esperarlo siempre…
Sigo mi recorrido y encuentro una revista en el suelo que es arrastrada por el viento, la recojo y al leerla me encuentro con un titulo que dice…los malos…inocentes y los buenos tiempos…

No hay comentarios:

Que tal te ha parecido este escrito

Buscar este blog