domingo, 14 de septiembre de 2008

Barcos De Papel...


Allá en esos tiempos de inocencia me vi navegando, perdido entre olas gigantes y grandes embarcaciones atacaban las mías, éramos heridos en combate, pero no moríamos, y aunque se nos hundían los barcos, seguíamos felices…mi flota poseía las más avanzadas embarcaciones y hacían combates para la historia. Dos o tres clases de barcos eran los que me gustaban y a la vez envidiados por los otros. Mis compañeros no sabían hacerlos como yo, y eso me gustaba, pero sin embargo al acabar la contienda, éramos de nuevo tan amigos como siempre. Olvidábamos quien gano y quien perdió…no nos habíamos hecho daño y nuestras sonrisas seguían vistiendo nuestros rostros de inocencia, porque en realidad esas batallas no eran más que realizadas con nuestros barcos de papel…


Las Mismas Calles
El mismo cielo que miro en el día de hoy, es ese mismo que miré en los años de ayer, el mismo que tantas veces de niño me vio, correr, llorar y reír por un viejo amor. Las mismas calles que tantas veces recorrí al lado de mis amigos de aquella niñez, las mismas partes que tanto yo visité son esas mismas a las que quisiera volver. Para encontrarme uno a uno otra vez, a los amigos que no he visto más, unos marcharon muy lejos no quieren volver, otros si pueden, pero no regresarán…
Y aquellos sueños que tanto soñamos vivir…y aquellos besos que tanto anhelábamos dar… y aquellos ojos que tanto nos pudieron ver…hoy no nos verán…
Las mismas calles, donde pisaron mis tantos amores, son las que dejan estos sinsabores… aquí en mi pecho…que desolación…
El mismo cielo…es el que sabe lo que ayer viví…es el que entiende porque yo escribí…tantas canciones con tanto dolor…
Y aquellos labios que tanto anhelaba besar…y los amigos que nunca yo quise perder…y los recuerdos que jamás yo quise olvidar…dónde estarán…



La Confianza...
Noto como se nos pasan a veces las horas de nuestra vida creyendo y tratando de no perder a seres que al fin de cuenta ya habíamos perdido antes de tiempo.
A veces creo que es qué no escuchamos a quien deberíamos escuchar en su momento y entorpecemos nuestro recorrido por la misma divagando y confiando en quien de sobras nos vuelve una y otra vez a fallar, que nos utiliza a su antojo, nos confunde y deja deshecha el alma cuando menos esperamos.
Al hablar de la confianza, ceo yo que es lo máximo que se debe brindar a alguien y son pocos los seres humanos que valoran este hecho y no obstante, no todos son dignos de ella y mucho menos de nuestro cariño.
Hoy sé que se me han ido muchos minutos de mi vida creyendo una y otra vez en personas que no lo merecían, que no hicieron más que engañarme día tras día y cuando quise darme cuenta, era demasiado tarde, y supe entonces que había dejado escapar gran cantidad de tiempo creyendo en promesas que eran intangibles como el humo y tan falsas como sus palabras…


A Las Cinco

Bajaba siempre a las cinco, yo la esperaba y así la veía llegar lleno de ilusión. Llegaba vestida con su uniforme azul y chaqueta de cuadros. Recuerdo que me recorría una corriente por todo el cuerpo cuando intuía su presencia, por la ventana notaba su sombra y ahí estaba…hermosa y fresca como siempre. Ella jamás sabrá lo tanto que me gustaba, si hubiese sabido cuanto la amaba, no sé que más habría pasado entre nosotros. Se entregaba a mis besos apasionados y mis caricias en ella se hacían más turbulentas en instantes, se arrimaba a mi y yo la atrapaba entre mis brazos, la besaba tiernamente y me miraba, y se reía. Nos perdíamos entre largos besos desesperados y al ver la hora en el reloj, eran casi las seis, - hora de clases - entonces se ajustaba el sujetador a toda prisa, abrochaba su blusa mientras se subía bien la falda, para despedirse con un sonoro y dulce beso. Al marcharse me tomaba de la mano y con su insinuante mirada me decía, “nos vemos mañana…ya sabes…a las cinco”

Otra Vez Con Las Mismas Cosas

Hay quienes se quejan por todo y de todo. Si supieran que hay animales que tan sólo viven pocas horas…
Ayer me fui al trabajo y otra vez tuve que escuchar que: está cansada de tanto trabajar, que las empresas deberían pagar los impuestos que le corresponden a ella, que no le alcanza lo que gana, que no es justo que su hija no pueda ahorrar, que el precio de la vivienda está muy caro y su hija no puede comprarse una, que no baja la inflación, que los horarios laborales son muy extensos, que tiene que pagar las reformas de la comunidad de vecinos otra vez, que a las extranjeras no les gusta trabajar, porque en sus países son vagas, que en la televisión no dan nada bueno…y así, es cada día…con cada mañana nace una nueva queja en sus labios…entonces, sólo escucho a veces, y sin opinar porque no quiero. Veo que su vida sólo está llena de cosas que no le gustan, de rabias y odios hacia las cosas de la vida, hacia lo que hace que no todo sea fácil y perfecto, olvidándose que debe ser así para poder disfrutar cuando llega lo bueno con más ganas. La intensidad con que se viven las cosas creo yo, es un factor determinante para estar llenos de dicha interior. Hay que darle mucha intensidad a cada instante y a esos buenos momentos que también nos llegan, hay que disfrutarlos a plenitud. Veo que a veces somos muy tontos quejándonos de todo en todo momento, no nos damos cuenta de lo efímera que es la vida y de lo gratificante que puede ser una sonrisa. Cada instante que se nos pasa ya no volverá, no vendrá otra vez, por eso hay que entregarse a el con plena libertad y con todas nuestras fuerzas. Me da pena ver a gente así. Una vez se lo dije y le propuse que cambiara y viera lo que se estaba perdiendo de la vida, que no todo era malo, que los árboles eran más hermosos de lo que ella pensaba, que por lo menos en este país existía la seguridad social, pero que en otros eso era una utopía, que tenía una vivienda digna y unos pies para calzarse, porque aquí no había minas anti personas, que no tenía que esconderse en las calles de su ciudad por algún conflicto armado, y lo que es mejor, que estaba sana, sin minusvalía y con sus sentidos con capacidad de entender lo que trataba de decirle. A veces pienso que ella también ha sido destinada para vivir solo esas cuarenta horas en toda su vida, pero en un cuerpo de un humano, y no le alcanzarán para darse cuenta que tiene una hermosa familia que la quiere, que es privilegiada al tener trabajo, salud y el amor de un Dios que la mando a este mundo para que disfrutara y comprendiera lo afortunada que era.


Los Recuerdos Bellos Que Tengo de Ti


Dicen que la belleza dura sólo un instante y al escuchar eso decido recordarte…y me doy cuenta que aunque pasen los años sigues siendo bella para mi, entonces no sé en realidad de que me hablan, pues no veo que tu magia haya sido perecedera en mis sueños…ni veo que el tiempo te haya robado la hermosura de aquellos días…y aunque el esplendor de cada quien esté condenado a la extinción, también sé que lo bueno aunque no sea eterno, tiene la facultad de grabarse en la memoria, para regresar en hermosos recuerdos, aún después del inevitable transcurrir de los años, y también sé que la hermosura aunque sea efímera como los tiempos, está más allá de lo que puedan contemplar un día nuestros ojos…Por eso, yo te amé sin tiempo y espacio, para no concebirte en los años…sólo para saber que has estado y estarás…que tu nombre no va amarrado sólo al recuerdo que llevo de ti…sino a lo bello que siento por ti…y aunque sigan diciendo que la belleza dura sólo un instante y la magia es perecedera y el tiempo roba la hermosura y el esplendor está condenado a la extinción…yo sé que tus recuerdos, me acompañaran siempre…


Miedo de Volverte a Amar


Esa despedida sin retorno me marcó la vida, y mientras yo me traje en un pañuelo aquel beso, tú te quedaste con mi corazón en mil pedazos…tal vez tus manos frías y húmedas me decían tantas cosas que yo en esos tiempos no comprendí…tal vez lloraban tus manos antes que lo hicieran tus ojos y tal vez lloraron tus ojos al perder mi calor…
Tus encantos se vinieron conmigo, pero un día que ya no recuerdo, también me dijeron adiós, esa tarde lloré como un niño y aún cargo las secuelas del desamor. Sentí lo que es el dolor del alma, lo experimenté por vez primera y aseguro que nada hace más daño, que sentir un dolor de ausencia…
Superé la tristeza con el tiempo y te volví a recordar y a extrañar sin dolor, y también a amar, entonces decidí buscarte de nuevo y viajé por verte, por sentirte, por tocarte, pero no te busqué cuando pude hacerlo, me dio miedo encontrarte otra vez en mi camino y me volví a alejar sin tus ojos…sin tu nombre, sin tus huellas, sin tus besos y tal vez jamás te busque otra vez. Quizás no te vuelva a encontrar en mi vida. Quizás fue lo mejor para los dos…o a lo mejor no, pero lo que si es cierto es que no fue fácil no buscarte.
Hoy que han pasado los años, sólo sé que te amé como se ama una sola vez en la vida y esa vez tal vez tuve miedo, pero miedo de volverte a amar…


Tal Vez Mañana


Tal vez mañana, cuando la tarde caiga al paso de la noche, cuando un cielo sin estrellas me acompañe, buscaré en mis ojos tus miradas y ese rostro de tus sombras ya pérdidas…cuando la madrugada sea amarga y silenciosa y tu orgullo lo disuelvan nuevos años, yo sabré que fueron míos tus sentimientos, ya lejanos por el transcurrir del tiempo…
Cuando el paso efímero de mis besos tú lo borres con amores más profanos, lloraré sin las colinas de tus pechos, ni aquel valle que esperaba mi regreso…
Cuando sientas que no fui más que aquel eco de un sonido estrepitoso en su momento, bien sabrás que todo pasa como el viento y el recuerdo es tenebroso en sus adentros…
Cuando creas que no te amé con gran delirio, piensa solo en los instantes que vivimos, y sabrás que los momentos más queridos fueron todos los que yo viví contigo…


Demasiado Viejo

A veces olvido fácilmente tantas cosas que se fueron ya de mi…será que me estoy haciendo demasiado viejo y se han sumado demasiadas cosas a mí vida, y la mente me traiciona a pasos largos, como el fuego que destroza a las montañas, o la brisa que destruye con su fuerza a el instante que le arranca tantas horas a esta vida que se agota entre el silencio.
A veces, cuando pienso que mi felicidad fueron sólo esos instantes de excepción que pasé contigo, y que vivirlos intensamente fue mi consigna, me doy cuenta que no he pecado en la obscenidad, ni en nada, y confirmo entonces que es la única justificación real que tengo de mi existencia y que he vivido siempre como en su momento quise.
A veces recuerdo con frecuencia muchas cosas que no he podido arrancar de mi, por ejemplo: el sonido de campanas de mi escuela, el olor a lluvia de otros tiempos, el beso primero de un amor, la caricia tan tierna de mi abuela, el paso indeleble de mi infancia, el sabor de unos pechos agitados, el silencio de mi llanto reprimido, la canción que perdí aquella mañana, la mirada que un día yo dejé escapar y el momento que por siempre creí eterno con la novia que jamás pensé olvidar…


Horizontes Ya Perdidos...

Entraré en el recuerdo tuyo que me viene de tan lejos, de esos horizontes ya perdidos, donde la lluvia nos sorprende en cualquier parte y el rubor en las mejillas se hace eterno…
Entraré en tus recuerdos vagamente, solitario y dolorido por los años…el olvido ya hizo mella entre nosotros, pero el tiempo no nos borra los engaños…


Jueces De Nada

Para que juzgamos si no somos Dioses, no me digan que no lo han hecho, todos lo hemos hecho en algún momento de nuestra vida…a mi también me ha pasado y cuando entramos a reflexionar sobre el tema, en realidad nos miramos en un plano bastante distinto al que en verdad debería ser el nuestro. Se nos va la liebre y entonces nuestras palabras tienden a volar mas de lo debido y como es normal, ya no podemos detenerlas, van lejos y no podemos atraparlas…

Canción De Despedida

Mañana pasearé con la mirada fija en la tristeza, esa que nunca se me escapa, dejaré casi al olvido el frío de invierno para aferrarme a unos recuerdos que me matan.
En otros vientos que soplen con más fuerza divisaré el aroma de tus besos y buscaré el olvido velozmente disfrazando mi contorno en tu silueta. Me apresará el recuerdo de tus ansias reprimidas y los anhelos de tu vida por mi vida y el llanto que me arrulla en las mañanas será sólo el firmamento que me atrapa.
Por una sola vez se marcharan lejos tus pretextos y las nubes viajaran sin ilusiones y otra vez te nombraré entre mis mañanas y en las noches volveré a entonar canciones.
Cuando llegue y te sorprenda nuevamente y nuevamente tú me hables de tus besos, te diré que con el tiempo se han marchado los recuerdos que de ti me hicieron preso.
Cuando ya nada quede entre nosotros y tu aroma inconfundible se consuma, bajaré con mis ojos a la luna y entre versos un adiós te escribiré…
Cuando mi última palabra sea borrada por el paso irrefutable de los tiempos, yo seré el mismo que de hace tiempo viaja lento… a veces como hace el viento…
Cuando el último recuerdo de tu mente no me nombre ni allá en sus sendas perdidas, es que empieza ya a crecer en ti el olvido y es en vano recordar tu triste huida.
Y mis horas serán nada en tu silencio mientras guardo con escarchas tantos besos, que nos dimos, que quisimos, que vivimos y ahora quedan llorando por nuestro amor.
Y entre el canto flamante de mi tristeza reaparece mi nostalgia entre las sombras, como el fantasma de un foso entre montañas donde yace el desconsuelo de las almas.
Pensarás mientras lloras en la historia que pudimos formar con nuestra pasión, soñarás tantos sueños ya tenidos, mientras lloran tus ojos sin ilusión.
Otro atardecer te abrigará en sus horas y otras tardes te disiparan las penas, pero nunca más compartiré tus besos y tus risas por siempre serán ajenas…

Traté...

Traté de ser el más interesante en su vida, quise ser suyo para siempre, pero otra vez jugando a ganar he perdido. Las cosas a veces no salen como uno espera, pero la vida es así, no se puede hacer nada cuando todo ha pasado. Mis reflexiones me dicen que en verdad no he perdido nada, pues, como perder lo que nunca fue mío; también he comprendido que no debo amar a quien ya no me quiere a su lado y menos esperar grandes cosas de esos sueños. Eso si, guardaré dentro de mí todos sus besos, recordaré sus miradas como únicas e imaginaré hasta sus risas, es más, su aroma y su perfume me acompañarán siempre. Pero su silencio me hablará de ella más que todos sus recuerdos y su ausencia me castigará como ahora el corazón eternamente.


II PARTE
MIS CONFESIONES


Cosas Viejas

Hacía tanto tiempo que no la encontraba en mi vida…pero esa tarde su foto calló como un rayo ante mis ojos y ni recordaba que la guardaba entre mis “Cosas Viejas” ni entre mis secretos. Así llamo a mis recuerdos escondidos entre hojas, recortes, tarjetas y cartas antiguas de viejos amores.
Allí estaba ella de nuevo en mis recuerdos como antes, como en aquel invierno, pero yo casi ni me reconocí…en todo había cambiado. Vi su imagen detenida en los años sin que pasara el tiempo, el tiempo allí en esa foto no había corrido y sin saber como, me transporté a aquella noche entre los dos y sentí un dolor profundo en mi alma por cosas que allí pasaron. Entonces viví de nuevo esos instantes y cómo quise que algunas cosas entre nosotros las hubiese arrastrado el viento…como desee que tampoco ella se hubiese alejado de mi vida, pero el tiempo paso jugando entre nosotros y no supimos verlo, se marchó un día cualquiera con nuestra ilusión al hombro y hoy estamos distantes como estrellas, no felices como en la foto en la que me veo en sus brazos. Allí la percibo con su sonrisa clara y sus ojos grandes de antes…con ese brillo que da el amor. De pronto alguien me habló trayéndome al presente…entonces tomé la foto y la miré fijamente mientras dos lagrimas corrían por mi rostro hasta el final de mis penas… fue allí cuando comprendí que por siempre ella estaría en mi vida, que su imagen se había estancado en mi, se había quedado detenida en el tiempo y en mis años igual que en mis sueños y en mis labios…y que a pesar de mil cosas y motivos que nos alejaron, yo seguía recordándola como en aquella foto…


Melancólica Mujer De Mis Amores

Miro en el atardecer de este domingo el húmedo rostro de las calles…y abro la puerta del olvido y no sé porque recuerdo tu nombre en lugares llenos de sonrisas…entre amigos y viejos compañeros o mirando aquella luna que ya no es la de entonces…sé que entiendes y sabes de qué te hablo, pero ya no importa, si aún así no vuelves…mientras tanto te adentras en mi una vez más melancólica mujer de mis antiguos sueños…

Pensarás Que...

Pensarás que no te quise lo suficiente, o que mi amor por ella fue más fuerte que el que sentía por ti. Pero no es así, ni siquiera he podido olvidarte, te llevo aún clavada en mi como una daga que sangra mi corazón, Las noches sin fin que he tenido que vivir han sido infierno puro, agonía inclemente, desesperación total, tu nombre resuena en mi memoria día tras día y cada vez te quiero más…te extraño como no he extrañado a nadie y eso duele, te pienso como nunca pensé pensarte…te adoro aún después de todo lo que ha pasado entre los dos, después de tu lejanía y rechazo definitivo. Como quisiera que el tiempo algún día cure las heridas que cargo en mi ser.
Hay una parte de mi que te busca incesantemente en las horas agudas y silenciosas de mi vida, en cada suspiro que capto en el aire, en cada hoja que veo vagar arrastrada por el viento, en cada mirada vaga y confusa que se cruza con la mía, en el aroma que me despierta y no es tu aroma, en el beso que imagino sin rozar tus labios.
Quizá esos labios que te besan hoy arrancaron de tus labios el sabor que ayer dejé en ti, de pronto han profanado nuestros secretos y destruido las huellas y el recorrido de mis besos por tu piel, a lo mejor pensarás que yo no te amé lo suficiente y por eso te entregaste a otros brazos sin saber que equivocabas el puerto, sin saber que nadie te ha amado como yo y tampoco lo hará, porque lo sé y sé que también lo sabes…y por eso te lo digo hoy aunque no me logres escuchar, me basta con decirlo, con escribirlo y desahogarme de esto que me agota hasta la saciedad, de esto que me llevará a la muerte si lo callo. Mañana, cuando descubras que yo te quise más de lo que jamás imaginaste, será tarde para muchas cosas ya…pero tranquila…que a lo mejor algún día a tus ojos también les toque llorar como he llorado yo por un amor…


No Me Digas

Ayer recordé tu sencillez y me di cuenta que era ya tarde para luchar por tus amores…y me envenené con el recuerdo de ese beso furtivo de tus labios, pero es difícil soportar el desconsuelo. No me digas que tan fácil me olvidaste, no me hieras como antes lo hice yo…sólo espero que perdones mis errores, mientras sufro en soledad lo que pasó…

La Vida Sigue

ya sé que todo acaba tarde o temprano, me lo esperaba. No sé como tardaste tanto en tomar la decisión de hacerlo. No tengo ningún reproche, ni más faltaba, por el contrario me alegra que hayas encontrado esa persona con la cual realizar tus sueños y Que te des esa oportunidad que te faltaba.
La vida sigue, se nos pasan los años y sólo queda lo vivido, ahora debes crear tu mundo, tu vida, tu hogar…lo necesitas para realizarte y culminar tu formación como persona. Hoy has crecido un poco más y eso me gusta, has sido fuerte, siempre supe que lo eras. Que Dios te bendiga en todos tus caminos y decisiones futuras. Ten presente que no irás sin mi, yo te acompañaré aunque no me veas, estaré a tu lado como cada día de cada año desde que te conocí…aunque no lo parezca, nunca te he dejado sola. Sólo te miré de lejos para ayudarte a decidir por ti misma. No quise influir nunca en ninguna de las decisiones de tu vida, esas en las cuales las opiniones de los demás sobran. Basta que tú hayas decidido decir hasta aquí, para que yo respete tu planteamiento. Siempre te respeté y admiré como mujer, poseedora de valores innumerables, llena de una belleza especial, exótica e inteligente como pocas que he conocido. Espero que al lanzarte a tus sueños, no te comprometas con alguien al que no ames, piénsatelo bien, y si decides algo más, procura no dar un paso en falso, es una decisión que es para toda una vida…si así lo crees…
La experiencia me ha demostrado que en cuestiones de amor las cosas pueden cambiar de un momento a otro y las ilusiones con pies de barro, terminan por derrumbarse. Te lo dice un amigo si así me quieres ver y sino un conocido que espera que te vaya lo mejor posible. No soy quién para juzgarte, tu decisión es sólo tuya y nada más y perdona si tantas veces lo hice por celos u otras cosas.
Me quedan bellos recuerdos de ti, de mi, de los dos y de la noche en que te conocí, porque fue y será insuperable…la catedral mirándonos, y esas estrellas con la luna de fondo que fueron testigos de un amor sin límites…de un amor que se me perdió como tantos otros…
Las calles de nuestra ciudad aun guardan nuestros pasos y sus farolas seguirán alumbrando nuestros reflejos, mientras la vida sigue cargada de aquellas historias que se quedaron a medias…


Mi Mejor Vestido

Los placeres robados y prohibidos de mi vida, me recuerdan a ti, por eso he vuelto a ponerme mi mejor vestido para pensarte en la oscuridad de la ausencia y en el callejón injusto e ingrato de este silencio te reencuentro y me acuerdo de aquel sueño en que fuimos felices y te vuelvo a estrenar como la primera vez. Fundiéndome con tus besos y caricias te instalas en mis labios apasionada y loca como entonces…y me pierdo entre tus risas vorazmente, pero sin saber por qué, ni como…te adentras en mis ojos tenuemente para hacerme llorar una vez más…


Ella...

Aquel día sólo me faltaba eso, era insólito que me sucedieran tantas cosas a la vez.
Hoy comprendo, que el amor real no tiene nada que ver con lo que imaginamos, pensamos o creemos, no es perfecto y la mayoría de veces lo que se ve en las películas es ficticio, eso no existe en realidad. Tal vez en otro momento de mi vida no exija nada a cambio…pero ahora no, no puedo ofrecer el corazón sin pedir amor, lo mismo hizo ella, nadie quiere compartir a quien le gusta tanto y cree suyo, a quien se entrega y desea. Quizás ella nunca logre entender que fue mi otra mitad perdida. Recuerdo que todo lo nuestro empezaba con su compañía y luego el deseo y la pasión se hacían latentes entre nosotros, entre nuestros cuerpos…nos desbordábamos allí, en cualquier momento…y las cosas simples de la vida, adquirían valor, era entonces ella lo más importante para mi y nos dábamos todo sin condiciones…y a la vez perdíamos todo por ese amor…

Quisiera que esta noche estuviera a mi lado como aquellas cortas noches veraniegas, para que me acompañe por las calles oscuras, largas y angostas de mi vida, quisiera que se nos pare el tiempo al frente, y aparezca un carruaje, con bellos caballos dorados y así perdernos bajo un cielo lleno de estrellas, de escarchas y con el rocío de la lluvia mojando nuestra piel, que sus labios nuevamente se aferren a los míos y vuelva a ser mía y yo de ella una vez más, que esto no sea producto de mi imaginación y que vuelva cupido otra vez a nuestras vidas y nos fleche de nuevo, elevándonos con sus alas y nos ponga en aquel paraíso terrenal donde una vez fuimos felices, sujetos de la pasión y el amor más grande que haya sentido jamás…

Hoy no sé quien tomó más ventajas de esa relación, ya no sé siquiera, si fue mía en realidad, o fue una sombra cautelosa y diáfana que una vez tuvo su origen en la nada, se apegó a mis sentimientos y luego desapareció como aquel sueño, cuando menos quise despertar.
A veces me veo a lo lejos como un pájaro volando miles de kilómetros en busca de ella, otra veces creo que estoy perdido en un desierto, sin lugar de reposo, y la veo venir hacía mi con sus brazos abiertos y sedientos de amor…de ese amor que hoy tanto me falta, de ese amor que en sus labios me hizo tan feliz…
Me pregunto ¿Que será de las rosas que llegaron un día cualquiera a sus manos con bellas fragancias? ¿Que será de aquella serenata que una vez envié a sus oídos? ¿Que será de aquellas canciones que fueron hechas de la historia de nosotros?¿Que será de aquella morena, que conocí por casualidad y con un beso me arrancó la vida?¿Que será de mi sin sus besos? ¿Que será de ella sin mi amor? “sé, que donde vaya, llevaré su tristeza y donde se encuentre cargará este dolor”. Porque todas las cosas que departí con ella, fueron y serán únicas, inolvidables e irrepetibles. Jamás visitaré nuestros lugares con otra mujer, no destruiré sus recuerdos…porque tengo tantos recuerdos bellos de ella que me faltarán siglos para olvidarlos…
Con ella hice el amor muchas veces sin hacerlo, sólo contemplándola, deseándola, desnudándola con la mirada, imaginándola solamente. Fue mi sueño soñado, con ella comprendí cosas que no comprendí antes de mi vida y conocí el amor…y con su partida se fue mi ilusión entre sus sueños…
Ayer descubrí, que la vida es algo que se te pasa mientras estas pensando en lo que vas a hacer con ella como dicen, porque de tanto planear, sólo te quedas con los proyectos. Yo siempre sostuve, que quien estuvo conmigo en cualquier época de su vida, fue porque así lo quiso, ya que siempre dejé la puerta abierta para salir, jamás la cerré, quien se quedó, así lo quiso y quien se marchó, lo quiso también. Lo que tengo claro y que tato de explicar, es que nunca busqué más allá de lo que había para aprovecharme y jamás fui más lejos de donde me dejaron…me aferré a las cosas sencillas y placenteras de la vida y traté de sacarle el mejor provecho y sin herir a nadie…siempre quise…siempre amé…cuando me entregué a alguien, lo hice como se debe hacer, mis besos no fueron dados sin ganas y mucho menos sin pasión…amé y me amaron, engañé y me engañaron…he vivido como viven las personas normales en la vida…he sufrido como sufren, sí, como se debe sufrir…y la amé, como la quise amar.

Cuando ella me miraba fijamente, sus ojos me decían todo, yo creo que la amé más que ella a mi y no me canso de repetirlo, no debí amarla, pero lo hice y lo volvería a hacer, aunque sé, que eso ya no será posible, porque todo tiene su tiempo y su espacio y ya nosotros tuvimos el nuestro y lo agotamos, habrá otros mañanas y no serán nuestros, habrá más atardeceres sin su presencia, más amaneceres sin su calor, el mundo seguirá intacto y girando sin nuestros besos y con nuestros pasos agotados cada día más, con nuestras huellas aún buscándonos y nos perderemos con nuestros sueños de antaño, con nuestras ilusiones ya idas, pasará el tiempo y el olvido tal vez llegue a nuestras mentes y corazones una vez más, quizás no volvamos a vernos en el tiempo y todo lo vivido se borre para siempre de nuestra ya agotada memoria.
Hoy sé más que nunca, que el amor llegó con ella a mi vida y un día cualquiera sin avisarme se fue. Mañana recogeré mi historia y seguiré el camino que aún me falta por recorrer…tomaré a mi inocencia de la mano y le hablaré de ella, miraremos horizontes juntos y caminaremos caminos distintos muy lejos, y así, me perderé entre el silencio sin sus pasos…sin sus dudas, sin sus celos, y jamás volveré a enamorarme, ni a pensar en ella como aquella vez…mañana, de pronto sus pequeños ojos tristes volverán a acordarse otra vez de mi… un día, a lo mejor muy lejos, le volverán a brillar los ojos por otro amor…ese amor que aparecerá como una sombra y entonces volverá a quedar sin sueños, porque otro amor cuando ella menos lo piense le volverá a robar sus besos…
En aquellos días que estuve a su lado con solo verla el corazón se me ponía a mil. Ella fue mi gran amor, era la pasión desorbitada que no quería perder y se escapaba de mí sin apenas hacer nada.

Hubo una fuerte distancia entre nosotros que me hizo más incapaz de detenerla. Imagino ahora como se encontraba y lo que pensaría ¿que yo la engañé?¿como podía decir eso?, si la amaba hasta decir no más, pero la vida era así y esa vez diferente conmigo, se ponía en mi contra y yo era ahora el perdedor, tendría que mirar las cosas desde otro ángulo, uno opuesto al que estaba acostumbrado hasta a hacer y en verdad no me era fácil aceptar la idea de empezar de nuevo, eso no era lo que yo estaba buscando, ya estaba cansado de estar dando vueltas en pos de eso que algunos llaman amor, la estaba perdiendo…lo sentía y sabía que esa vez era para siempre. Supe entonces que desde otra perspectiva de allí en adelante vería mi vida.

A veces quisiera al tratar de recordarla, no imaginar nada más de aquello entre los dos, no verme a mi mismo en ese antaño ya ido, sería mejor, no mirarme en el espejo de esta realidad confusa que ahora me absorbe y abruma. Le he dado tantas vuelta a esas cosas que en su momento fueron importantes en mi vida y de nada ha servido…al final de cuentas me dijo una vez la conciencia que saldría mejor olvidarla.

Muchas veces Tuve ganas de volverla a llamar, pero ella tenía razón, esto no iba más. Era caso perdido, era el final de aquella historia, y así comenzó el declive de aquel romance entre los dos y así empezamos a alejarnos de todo, mientras yo me alejaba de mi propia vida, ella se distanciaba más de mí y así ambos de la verdadera felicidad.

Cuando la conocí, fue de forma casual, ella me contó mucho tiempo después, que no iba a asistir a la cita, estaba cansada y aburrida, no deseaba salir, pero su amiga insistió y por cosas que suceden allí estaba a mi frente, trigueña y sensual, me enloqueció enseguida, sus ojos me encandilaron como estrellas y esa sutil fragancia que desprendía su cuerpo, penetró en mi como el aire que respiro. Se dio cuenta de mis presencia y tomó su lugar desde el principio, no me dio motivos ni espacio para acercarme, pero de manera audaz y sigiloso como hacía siempre, tomé las riendas de la conversación y le conté mis más desconcertantes anécdotas, se reía como una niña y su dentadura perfecta irradiaba en mi esa sensación de pureza que hacía mucho no encontraba en alguien, era imponente como la Torre Eiffel y su cintura bien definida, no sé cuantas veces la miré y la idolatré esa noche, ni cuantas veces la desee, ni cuantas veces rodee su cintura entre mis brazos…pero, aseguro, que fue uno de los momentos más bellos de mi vida.

Allí otra vez en mi lecho, miré el reloj y aunque solo habían pasado veinte minutos, me parecía eterno todo ese tiempo, solo pensaba en ella y la agonía de lo perdido se asomaba en mi cada vez más, mi rostro parecía tenso y preocupado, me lo decía el espejo. Me recosté sobre un sofá y me desplomé cansado de nada y de todo, la vida me daba vueltas y no sabía que iba a hacer sin ella. La sentí tan fría al tomar su decisión y ahora que lo pienso, creo que lo estaba hasta deseando, lo intuí en la forma de decirme las cosas, como si imaginara lo que iba a suceder y tuviera la decisión guardada desde hacía mucho tiempo, esperando sólo el día.
No he vuelto a saber de ella como me lo dijo, - ( jamás volveré a preguntar por ti, no me llames más, no me busques, ni preguntes por mi, éste es otro capitulo en mi vida que debo cerrar, aquí se acaba todo y aunque me duela el alma como nunca, sé que no me voy a morir por ti y ya me recuperaré de esto…adiós…hasta nunca). Sus palabras aun retumban con gran eco en mis oídos y no me puedo recuperar de su cruel despedida, no sé donde está, ni cómo, he querido saber de ella y hay una voz interna que me dice: déjala en paz, ella así lo prefiere, el tiempo es el único capaz de disipar las penas…

Siempre supe que no era sencillo vivir conmigo, pero si interesante y se lo dije una vez, ya que haría a esa persona muy feliz en todo ese tiempo que estuviera a mi lado. Sin embargo, sé que en realidad yo nunca he sido feliz, he estado contento que es distinto… sé que aún llevo en mi muchas cosas negativas que me juzgan sin contemplación, la felicidad ha pasado a mi lado muchas veces, insegura y con rapidez, pero nunca ha tocado a mi puerta y siempre la he visto alejarse sin parar.

Ella era distinta a todas las chicas que había conocido antes, era elegante como ninguna, tenía una alegre mirada y un toque fino y femenino en sus expresiones, serena y explosiva a la vez, la pude conocer en sus dos facetas y afirmo, que era sin igual. Podía pasar de la risa a la tristeza en segundos y sus ojos no mentían, eran certeros y su voz tenue y apagada, llevaba ese tono un poco ronco que aun guardo en mi memoria. Por cosas del destino digo yo, coincidimos esa noche estelar, lo digo así porque las estrellas estaban todas en el cielo mirándonos, supongo que era para no perderse el acontecimiento que estaba a punto de ocurrir…Bajé del ascensor y dos ojos negros, como mi ropa, se clavaron en mi, dejándome mudo y el ambiente se cargó de esa tensión que solía sentir cuando algo importante estaba sucediendo en mi vida.
La presentación fue informal y el cruce de miradas nació entre nosotros. Su pantalón ceñido a la piel hacía que su cuerpo se mostrara en todo su esplendor; su cintura, sus piernas y sus caderas eran firmes y su piel lozana y sutil. Llevaba el cabello recogido y una blusa de gran escote que la hacía más sensual, en verdad, yo estaba descontrolado por esa morena de estatura baja, disimulada por sus tacones, sus curvas eran perfectas y su caminar como caballo de paso, manejando el más fiel estilo de la elegancia. Dominaba el arte del coqueteo con su risa amplia, y sabía sacarle sus mejores provechos. En fin, éramos cuatro personas, dos y dos, mi amigo y yo, su amiga y ella, así empezó la noche que jamás he deseado olvidar.

A los pocos minutos de conocernos, comenzamos una interesante conversación que me llevó en un momento determinado a preguntarle su signo zodiacal. Yo me lo imaginaba, una leve corazonada me lo había dicho, pero solo quería confirmarlo. Me respondió que por qué le hacía esa pregunta, entonces procedí a responderle que yo sabía cual era y si me lo confirmaba, estaba seguro que ella me iba a causar mucho daño en el futuro. En fin, no me entendió, pero esa fue una premonición que sin pensar se haría realidad. Ahora que sé, que ha sido todo cierto y que el corazón no me falló, reconozco que siempre supe, aunque inconscientemente, cual sería el final de todo, pero no lo quería aceptar. Me respondió asombrada que cómo sabía que era libra y le dije, que por su comportamiento y por lo que había sentido cuando la vi, que su mirada me lo había dicho, por supuesto, dudo de mi verdad…

Hoy estoy perdido en el frió de mi habitación y diviso en mi imaginación dos figuras diminutas, que transmiten la ternura y el calor que ella me prodigaba, son pequeñas figuras marinas que salen de una confusa vegetación y se adentran en mi memoria, están radiantes y llenos de belleza; así era ella, parece que mi mente las hubiese creado buscando su retrato, su forma, su ternura. Una vez, estando a su lado, después de hacer el amor, me quedé dormido y recuerdo como si fuera un sueño que sentí sus labios cálidos rozando mi espalda, lo hacía como rastreando unas huellas perdidas entre la arena, suavemente, con una ternura sigilosa e impredecible. Durante varios minutos la sentí, fue una sensación que sólo se puede sentir una vez, y es cuando se ama y se es amado, es la paz de un momento que se vive y no se puede experimentar dos veces en la vida, esa vez, fue única e irrepetible, aun no sé durante cuanto tiempo lo hizo, y en verdad creo que ya jamás lo sabré…

Intentaré poco a poco no recordar fechas, ni lugares de aquel amor, para no fragmentar mi vida en mil pedazos, para hacerla en verdad más flexible y no limitarme, ni hundirme en esas concretas vivencias del ayer.

Ojala, hubiera tenido la llave para abrir la puerta de su corazón y poder preguntarle tantas cosas que ahora me llenan la cabeza de dudas, quisiera encontrar esa llave para retornar a sus brazos nuevamente…para saber lo que ya no sé…o para encontrar ese camino inexistente llamado olvido y vivir sin este dolor que me quema el alma…

Dicen que no es necesario que tratemos de agarrar el agua para sentirla, es suficiente con verla correr por nuestras manos, que no es necesario intentar atrapar los rayos del sol porque es imposible, será suficiente con sentir que nos queman y saber que fueron nuestros una vez, y para mi, no será suficiente con saber que fue mía en su momento, porque aún la amo, y no bastará con recordar su nombre y sus cosas, ni escuchar sus frases en la ausencia si la he perdido…

He llegado tarde muchas veces a muchas partes, pero ella era la reina de la impuntualidad, me propuse que fuera puntual y así lo hizo, y aunque pocas veces incumplió una cita recuerdo el día que me dejó esperando, me quedé distante en ese lugar que sólo ella y yo sabemos, y nunca llegó.

Me quería enseñar a bailar a su ritmo, pero mis movimientos no daban para más, no nací para eso. Ella se movía como una bailarina árabe, sus caderas, su cintura, todo era un juego mágico entre la realidad y la ficción, todo lo hacia bello, me dejaba perplejo ante tales movimientos, seduciría a cualquiera como una serpiente encantada, su forma de bailar para mi era una danza única. Gozaba cada movimiento, no perdía el ritmo, lo dominaba todo como si lo hubiese inventado ella, era feliz…y yo también…y por eso y más cosas mil veces la amé.

Le lucia todo, era debido al cuerpazo que se mandaba, sobre todo los descaderados, le quedaban impresionantes porque se le ceñían al cuerpo. Las blusas de encaje se ajustaban a su cintura y la hacían más llamativa, eran su tipo y las adornaba con grandes escotes. Era tan altiva y nadie creería que su estatura era baja. Me gustaba su cara y adoraba su cuerpo. Me enamoré de ella apenas la vi y su seguridad me mató. Tenía mucha confianza en si misma y era arriesgada, me gustaba verla con gorras, ya que se veía seductora, y cuando se vestía de forma deportiva no me cansaba de admirarla.

Alguien que miró sus ojos una vez, me dijo,“bastará con ver sus ojos un instante para saber si miente o dice la verdad, no sé que tienen, pero al verlos me he dado cuenta que hablan y dicen lo que ella calla…sus ojos hablan por ella y dicen más de lo que piensa” Eso fue lo mismo que yo encontré al ver sus ojos, la verdad implícita en ellos y hoy no sé por qué cambió tan de repente…hoy no sé donde se fueron esas miradas que tanto me gustaban…y jamás comprenderé por qué tuvo que prometer dejarme…

Recuerdo tanto aquella época de mi vida a su lado, pero la vida es un sueño como una vez leí y al despertar nos damos cuenta de la eterna realidad, del vaivén de la vida, de los pasos sin sombra que una vez dimos y perdimos en ese camino al cual ya no podremos retornar, porque siempre hay una línea que no debemos cruzar y si lo hacemos, es imposible volver atrás.
Hoy, después de todo, por fin entiendo el significado de algunas cosas que vivimos, pero sobre todo el significado de aquello que nos marcó, el tiempo, si, el tiempo siempre estuvo implícito en nuestros actos, en nuestras cosas, en nuestras mentes, nos limitó, nos coaccionó hasta decir no puedo, fue crudo con nuestros sentimientos y significó entre nosotros ese algo contra lo que no pudimos luchar jamás…

Con ella encontré a la mujer que me escuchó, y sé que le gustaban mis cosas, me admiraba y respetaba, nuestra afinidad era abismal. Yo también adoré las suyas, ella fue mi complemento, gozamos a plenitud cada instante que pasamos, lo vivimos a mil…y todo lo que se ponía le quedaba bien. Le fascinaban mis cosas y cada día hubo algo nuevo y espectacular en nuestro corto tiempo de amor…Ella fue un sueño que se me escapó durmiendo…ese tiempo hoy me habla de los dos, de lo que fuimos y ya no somos, de lo que pudo ser y no fue, de nuestro bello y ya lejano sueño de amor…

Hoy no sabría decir que fue lo que me cautivó de ella, tal vez fue la seguridad como decía las cosas y como deseaba el cumplimiento de sus sueños, a lo mejor, fue la ternura que hallé en sus labios, o en sus miradas, o tal vez la elegancia que desprendía cada vez que se encontraba a mi frente. Quizás lo que más me atrajo hacía ella fue la inteligencia innata que emanaba de sus labios al pronunciar cada palabra. De pronto ella no se percató jamás de lo que llegué a sentir a su lado, con su compañía, con su presencia, con su silencio, con sus risas, tal vez no lo vio en mis ojos, a lo mejor ya nunca sabrá lo que tenía mi corazón guardado para ella.

Las horas de nuestro primer encuentro jugaban con la brisa de la madrugada, mientras nosotros departíamos los instantes sin esperar nada a cambio, la invité a bailar una canción y me acompañó complacida. Bailamos en una nube, bueno así me sentí yo por la suavidad de sus pasos, de sus brazos, de su piel, recuerdo que hacia tanto, no me acomodaba tanto a una pareja como esa noche, era como si nos conociéramos de toda una vida, a veces creo que ella fue mi pareja siempre en otras vidas, en otros tiempos y no lo sabe, yo a veces pienso que desde antes ya había sido mi gran amor, porque nadie me conoció tanto en tan poco tiempo, es más, supo más de mi que yo mismo, y mientras yo le entregué mi alegría… ella me dejó un gran dolor…

Recuerdo que la conocí un viernes mágico, fue el primer día que la vi, aunque ella afirma, que ya nos habíamos visto antes. Muchos no creerán lo que les voy a decir, pero es real, la dejé de ver también un viernes, muchos meses después de aquella primera vez, y fue precisamente a la misma hora que la conocí. El día que nos despedimos tuve una leve y rara impresión, mi corazón se aceleró y sentí su pérdida fuertemente, la tristeza invadió mi alma y esa noche aunque ella no lo sabe lloré por su amor…sé que vivíamos nuestra relación, como si fuera una relación de muchos años, de confianza y paz interior, fue bonito lo que sentimos y hermoso lo que formamos, fuimos una pareja inigualable, fuimos alegres y espontáneos, arriesgados y locos, fuimos quienes ya jamás seremos con otra persona, fuimos quienes ayer deseamos ser. Nadie nos obligó a nada y lo que vivimos fue como un sueño y como todo sueño un día tiene que terminar…
Sus ojos brillaban de una forma distinta, eran especiales, era un brillo natural y raro a la vez el que poseía su mirada. Guardo una foto de ella en la que capté el momento cumbre de su mirada, su silencio, su ternura, su profundidad y sus deseos por mi, por lo menos eso quedó plasmado. Sus labios eran delicados y suaves, su piel inspiraba ternura, sus besos eran de amor…sus ojos de estrellas y sus sueños por mi…

Algunos meses después de conocerla, siempre sentí su aroma en mi piel como la primera vez y me encontraba sus ojos hasta en la aurora. Sus ojos pequeños y dicientes eran una fuerza vital para mi existencia y su voz mi mejor aliciente. Aún no sé como la pude perder. Nos juramos amor, yo hice por ella lo que jamás hice por nadie, no me creyó, ni me entendió últimamente…no sé si el tiempo cerrará las heridas que quedaron abiertas en mi, y mi corazón tal vez algún día vuelva a despertar de aquel infeliz letargo en que me dejó su ausencia.

Hoy que escribo esto, me siento el analista y paciente de mi mismo, me describo, me estudio y cuestiono mis procedimientos y actuaciones, trato de entender la razón de ser de las cosas, comparto en un rincón de mi alma el vacío que llevo dentro con sus recuerdos, medito mis males sin encontrar solución…la extraño y pienso cada día más. A veces creo que todo lo que me dijo y prometió fue falso, ya que si rebobino sus palabras en el tiempo, no coinciden con lo que ocurrió. Su amor fue como un libro del olvido, en el cual yo fui sujeto y victima a la vez…y ella quien decidió olvidar fácilmente…

Fueron tantas horas las que a su lado pasé, que me parece mentira haberla perdido de esa forma, cuando estamos con alguien, a veces pensamos que será eterna su compañía y muchas veces nos despreocupamos y no cuidamos sus pasos, ni sus besos, ni detallamos sus miradas para grabarlas por siempre…creemos que siempre serán para nosotros, y auque no fue ese mi caso, así me siento hoy, como sino la hubiese valorado. Cada centímetro de su cuerpo fue mío una y tantas veces y su piel se convirtió en mi piel y sus besos en mis besos. Tantos deseos comprimidos en mi pecho hoy me ahogan, me dejan exhausto y cabizbajo, mis neuronas no emiten aquellos impulsos de reacción y no hay nada que me acerque a ella, hoy ella es mi calvario y está más lejos de mi que nunca…
Su olor a juventud lo llevo impregnado en mi piel y los días ya no son los mismos sin su presencia. No se hasta cuando recordaré su nombre, sus locuras, sus risas, sus temores…sus cosas me hacen falta…sus sueños fueron mis sueños y su amor, mi gran locura.

Para mi, no es tan fácil ser ajeno y frío a quien un día amé y hoy es más distante que una estrella, quisiera saber la forma, o formula mágica para también hacerlo, para no buscar en ella lo que lleva de mi, y entregarle entonces lo que guardo de ella. He evitado tener memoria de muchas cosas, para no sentir dolor, para no seguir cargando y arrastrando con eso toda mi vida. Pienso que algunos deberíamos conocer un poco más nuestras miserias, para evitar echarle la culpa a los demás de nuestros males.

Recuerdo que una mañana recorrimos grandes distancias buscando el maravilloso lugar que me habían dicho, creo que se llamaba - la jungla - y fue en verdad una jungla porque no la pudimos hallar. A mitad del camino se nos vino un gran aguacero encima y el vehículo se paró por un momento en una cuesta. Siempre perdimos las horas buscando lugares y así se nos iba el tiempo sin tener tiempo de sobra, sólo los recuerdos me han quedado de esos maravillosos días y todos los días recuerdo esos maravillosos tiempos…
También en una tarde nos fuimos muy lejos buscando otro lugar, llegamos a unas playas hermosas y entramos a una cabaña desde la cual podíamos contemplar la llegada de las olas a la arena, subimos a la segunda planta y decidimos pasar la tarde allí, comimos y reímos, después nos quisimos acostar en una hamaca, pero como siempre, cuando estaba a su lado, todo podía pasar y todo era posible, entonces ese día no iba a ser la excepción y así fue, al cabo del tiempo en un momento cualquiera, una de las cuerdas que sostenía la hamaca se soltó y el golpe que nos dimos aún nos hará reír. Nos sucedieron un sin numero de cosas que no podré olvidar fácilmente, porque es muy difícil que sucedan todas a las mismas personas…era lo que nos pasaba siempre. Recuerdo también el día del cangrejo, era una noche romántica entre nosotros, y mientras nos besábamos apasionadamente sobre un rincón de un muelle a oscuras, apareció un cangrejo entre las hendijas de las tablas, no nos dimos cuenta y salto sobre su cuello y de milagro reaccionamos a tiempo y ella de un manotazo lo tiró al agua. Vaya susto que nos dimos. De igual forma recordaremos sin olvidar jamás, la noche que se daño el radiador de su carro, donde menos debió hacerlo, o el día que le habló a una persona cualquiera de mi y resulta que esa persona me conocía y me estaba buscando en ese preciso momento. Me acuerdo de la tercera vez que nos vimos, y entramos a un baño para hacer el amor, esa vez desprendían nuestros cuerpos tanto calor, que el espacio se llenó de vapor y de cosa nos podíamos ver, era puro fogaje de amor lo que reinaba en nuestros cuerpos, en el ambiente… sudábamos como locos y el espejo que nos miraba impotente se empañó y escribí su nombre en ese espejo que fue el único testigo de lo que pasó esa noche .
Hay algo que ella me enseñó y digo así, porque siempre me lo repetía, “las cosas siempre pasan por algo” y yo pensé que no era cierto, pero con ella entendí que era verdad. Yo le enseñé a ver y a sentir las cosas con la máxima pasión posible y a vivir cada minuto, cada instante como único e irrepetible. Hoy sé, que ella llegó a mi vida, no para quedarse, lo hizo, para que yo supiera cual era el verdadero significado del amor y ahora que han pasado tantas cosas en mi vida y en la de ella, me doy cuenta que en realidad cumplió su misión, ella llegó a mi vida para que supiera lo que era el amor…para que aprendiera a amar a alguien de verdad.
Jamás violé su libertad, ni su intimidad, ni traicioné su amor y así como la conocí, la quise…libre y fugaz como una estrella…Sé que ella es de esas personas que se enamora, pierde y vuelve a buscar el amor, vuelve a enamorarse, a perder y a buscar nuevamente y aunque crea y diga que no volverá a amar, lo seguirá haciendo y no la juzgo por ello…También prendí a no juzgar a su lado, porque no somos dioses… sé que el amor que busca llegará a su vida, se lo merece y deseo que sea feliz. Llegarán a ella amores y como las olas del mar también se irán y ella seguirá buscando y amando una vez más…

Sé que hay orgullos que matan. Ojala el de ella no fuera así, pero de seguro la hará sufrir más de lo que piensa. He entendido y comprobado que su orgullo es más grande y fuerte que ella misma, es irracional y peligroso, no es pasajero, es complejo, es quien la domina y conduce a su antojo, la lleva por donde quiere y la atormenta en sus brazos…la envuelve y la tira, y espero que no la deje caer un día cualquiera sin levantarla jamás…

Tal vez, la quise más que ella a mi, pero no importa, el amor es así, siempre hay uno que da más. Sólo yo sé, que cuando me entrego a alguien lo hago sin medir las consecuencias y así lo hice. Tuve diez mil y más problemas por estar a su lado y no me importó, sólo con mirarla o escuchar su voz calida, tenue e insinuante se me componía el día. No sé cuantas veces la miré…no sé cuantas veces la llamé, si saco la cuenta tal vez me falten números, días, años, porque hoy estoy seguro que en todo lo que lleva de vida, ninguna persona la habrá amado tanto como lo hice yo.

Cuando somos personas subjetivas, idealistas y soñadoras, llega el día que nos topamos con la realidad de bruces y al querer volver atrás, ya has pisado la raya que no debías pisar, después te sientes ajeno, ausente o utilizado, esa es la paga de nuestros actos sin medida, de volar con las alas de la imaginación más allá de lo que nos permitía la realidad evidente, es el premio a nuestros deseos, frustrados por esa verdad que nos machaca sin contemplación. Es entonces cuando vemos que el mundo no es tan fácil como decían y creíamos, no somos tan fuertes como pensamos, no somos tan malos como parece, ni tan clara es la luz del día…

Siempre intenté que las mujeres me amaran, más no me poseyeran el alma, yo solo soy el dueño de lo que soy y nadie más, ellas las dueñas de mis instantes de amor, de mis besos y pasión…más no de mi ser. También quise evitar hacerles daño, siempre les di lo que prometí…nunca negué mi amor, ni pedí lo que no era mío…siempre supe lo que lo podía pedir, pero ella me arrebató todo…

Si hay alguna persona que quiera aprender a reír, debería buscarla, ella de seguro le enseñaría y mejor aún, a disfrutar de sus risas. Como olvidar sus pequeños ojos tristes mirándome fijamente y transmitiendo aquel brillo y tantos sentimientos con solo verme, como no recordar que fue con ella que conocí por primera vez la dicha y la sensación de ser libre. Cuando es real el sentimiento de alguien, se siente y no es necesario preguntarlo, las preguntas y respuestas sobran, todo se percibe en el ambiente, todo se torna hermoso, nada nos molesta y el tiempo y las horas solo son para la persona amada, así viví yo aquellos momentos, todo era felicidad, en poco tiempo la amé tanto, que estoy seguro que en el resto de mis años, no llegará a mi vida una mujer como ella y en el resto de su vida no llegara a sus labios un amor como el mío. Muchas cosas que antes tenían importancia para mi, con su despedida han perdido valor. La perdí, como he perdido siempre todas las cosas bellas e importantes que he querido y tenido en la vida, lo querido siempre ha dejado dolor en mi alma. Hay un sentimiento llamado tristeza que se tragó mis mejores sueños…y un lugar llamado olvido que es donde ella nunca podrá estar…

Ella sabe que en nuestro tiempo sólo vivía por verla, sentir su presencia, escuchar sus risas y estar a su lado y no me arrepiento, como de nada en la vida, si tuviera otra oportunidad de vivir mi vida, la viviría con ella, y nuevamente con más pasión, para jamás olvidar nuestros viejos tiempos…ahora reconozco que con mis defectos y virtudes me amó y con sus defectos y virtudes la amé…y sin pensarlo descubrí que a su lado fue bonito vivir. He tomado tantas decisiones en mi vida y aunque muchas veces he fallado, aquí sigo como siempre, mirando y recorriendo ese camino duro que es la vida y dejando atrás tantas cosas que no quise dejar. También ella sabe que la adoré y lo volvería a hacer de ser posible, pero la vida es así y el tiempo se fue.

La última vez que la vi, fue la noche de un viernes, sé que pintaban las ocho y algo cuando nos miramos y con un triste beso todo lo nuestro se derrumbó. Fue una despedida de verdad, entre lagrimas y nostalgia, eso fue perder a quien no se quiere perder…el ambiente estaba tenso y en silencio, nos miramos y sobraban las palabras entre los dos, era el fin y ambos lo sabíamos, tal vez sin saberlo, quizás lo presentíamos, a lo mejor lo sospechábamos , pero con el temor de no decirlo en voz alta para que no se cumpliera lo que tal vez era evidente…ese beso ya ni lo recuerdo, fue mejor olvidarlo, no sé a que supo, tal vez a nada, creo que fue amargo…triste, porque nos alejó para siempre, y así como una noche llegó a mi vida, de igual forma se fue, Esa vez caminé turbado, perdido en mis pensamientos, estaba en un mundo, del cual me iba desprendiendo sin querer hacerlo y la cuenta regresiva de aquel amor comenzaba su paso.

Supe después de algún tiempo, que a finales de aquel año, ella, a demás de alejarse de mi, también lo hizo de su “caballo blanco”, aquel novecientos cinco de nuestros amores, de nuestras dichas y alegrías, de nuestro recorrido juntos, de nuestros tiempos y días dorados. No es fácil dejar lo que ha costado tener y se quiso tanto…ese año en verdad, creo que ese amor nos marcó la vida…ese año a los dos nos tocó perder…

No sé cuantos amores he tenido y si los cuento perderían su valor. Ella, no está antes ni después de ellos, no está fuera ni dentro de mi, simplemente está allí, como el sol que quema y brilla, pero no puedes agarrar sus rayos que te queman, como el agua que no apresas jamás, como el sueño que tienes y se va sin irse porque lo recuerdas, porque sabes que va en ti. Ella no está entre mis amores, fue algo más que eso, fue una sensación impredecible, no un recuerdo solamente. Hoy es un pensamiento abstracto en mi vida, una ilusión de antaño, de entonces, un sofisma utópico que creí posible en mi ayer, algo antagónico y certero a la vez, un dilema que riega mi vida, un bocado apetecible que me hizo vivir y al tiempo soñar…tal vez fue un vago sueño de amor.

Anoche volvieron sus recuerdos a mi mente, hacía ya tanto que no la veía aparecer, sin embargo, fue distinto esta vez, soñé que la fui a visitar a su casa, pero esa casa no era la misma, era otra, no era de dos plantas, la vi oscura y diferente; ella apareció de pronto delante de mi y estaba un poco más delgada, su semblante pálido, pero aún era bella, con aire de tristeza en sus ojos y un color opaco en la mirada. No sé en que momento, pero me desperté, diluyendo así su figura esbelta de mis ojos y aunque trato de recordarla, no recuerdo nada más de aquel extraño y confuso sueño que en instantes se desvaneció en mi vida…
voy a tratar de contarles como era ella: Su mirada era tenue e ingenua a veces, digo a veces, porque en ocasiones, mostraba esa picardía que le restaba inocencia, que la volvía desconfiada y misteriosa con toda la amplitud de la palabra, de cabello corto y castaño oscuro, piel trigueña, no sé, creo que a veces era de color canela…sus manos suaves y delicadas, uñas siempre bien pintadas, cejas delineadas pero no tupidas, sus labios delgados y tiernos como pétalos de rosas, poseía una altivez, que en pocas mujeres he podido encontrar, gozaba de ese aire de prepotencia que llevan las mujeres libra, cuerpo bien definido, más bien tallado por el mejor escultor de la época, curvas profundas y delicado caminar, su nariz no era fileña, pero si llamativa.
En su personalidad, era fuerte de carácter y muy intuitiva, rara vez se le pasaba algo por alto, todo lo pillaba en el aire, deducía cualquier pensamiento vago por ambiguo que fuera y hasta no escudriñarlo, no quedaba en paz, siempre quería saber todo de todo y más si era lo que le importaba, y por lo que estaba luchando o dispuesta a hacerlo. Eso me gustaba de ella. Si hablo de su inteligencia, para mi, y lo digo en verdad, la defino así “Era una mujer virtuosa en inteligencia y con dotes de agudeza en sus sentidos, llena de humanidad, sencillez y elegancia, además con un porte bien definido de saber estar” Cualquier otra palabra sería poca para ella, nunca se lo dije, pero la admiré y hasta alcancé a adorarla. En verdad ELLA era todo para mi…


Mi Depresión

No sé cómo empezó, ni dónde, ni por qué y mucho menos si en verdad ya todo ha pasado. Sólo sé que te despiertas un día y comienzas a ver las cosas de una forma distinta y ya jamás vuelven a ser lo que eran, yo tampoco he vuelto a ser el mismo. Encontré otro yo dentro de mi, un desconocido hasta entonces, alguien que decidió salir un día cualquiera a atormentarme, un loco que me hizo descubrirme poco a poco, que me mostró temores hasta entonces no sentidos y me dijo que yo si era vulnerable y no tan fuerte como me hacían creer.
Las noches más largas que de costumbre atemorizaban mi ser, las taquicardias aparecían de forma repentina como de la nada, dormían conmigo los miedos, sentía temor, un temor desgarrador, ¿pero temor a qué? Ese cuarto oscuro me daba seguridad y a la vez lo detestaba. Una tristeza muy grande invadía mi vida, mi alma, mi todo. Las cosas que antes me gustaban, ahora carecían de valor y ni llamaban mi atención. Me convertí en otro en cuestión de nada y perdí significado para mi mismo. Todos tenían más valor que yo y un instante era un siglo. No podía pensar con serenidad, es más, creo que no pensé en todo ese tiempo de auto descubrimiento de lo más hondo de mi ser. Mis seres queridos no perdieron importancia, pero los veía ajenos a mi existencia en todo caso yo no era más que un estorbo para ellos, así lo veía y sentía.
Me puse en manos médicas, pero de poco sirvió. A los pocos días un conocido me dijo que esos medicamentos una vez los tomara periódicamente, serían “mi salvavidas” de por vida, que no los podría dejar y como en esos momentos no poseía seguridad para aceptar que eso no era así, me dejé guiar por sus argumentos baratos y mi enfermedad siguió en progreso. Aumentaban los sudores fríos, los mareos, no podía escribir, me temblaban las manos y mi mente estaba en blanco, sólo me acompañaban los duendes y fantasmas del laberinto oscuro en el que me estaba sumergiendo. No podía conciliar el sueño ni diez minutos seguidos y el apetito lo perdí totalmente, igual que mi peso normal. Ahora sólo pesaba cincuenta y cinco kilos y mi cuerpo era guiado por aquellos demonios en mi alma.
La vida para mi cada día perdía sentido, pero sin embargo no quería morir, quería luchar, pero no tenía fuerzas, ¿de donde sacarlas? ¿Por qué a mi me tenía ahora que pasar esto? ¿Qué había hecho o dejado de hacer para ganarme aquello? En verdad, estoy seguro que no había sido tan malo…pero estaba pagando sin saberlo alguna deuda de mi pasado.
Llegó un momento que no aguanté más y volví a mi doctora y le conté apenado que había dejado el tratamiento por recomendación de terceras personas y que me encontraba en peores condiciones, que me estaba volviendo loco, sin saber que aquel loco ya mandaba en mi.
Comencé el tratamiento nuevamente, convencido que era la única alternativa para curar mis males, mientras otros seguían diciendo que me faltaba fuerza de voluntad, que eso se lo cura uno mismo, algunos hasta sostenían que había superado situaciones peores sin ayuda medica, que los antidepresivos y ansiolíticos terminarían por engancharme y viviría siempre medicado como un autómata. Que yo era muy débil y lo que tenia era que poner de mi parte, que les contara lo que me estaba pasando y ellos tratarían de ayudarme –y yo que iba a saber que me pasaba- de seguro ellos nunca habían vivido aquello y sólo el necio juzga y es insolente.
Las dos primeras semanas con los medicamentos fueron peores y una tarde en una crisis de ansiedad, sentí que me moría, todo era confuso o más confuso que antes, llevaba una semana entera sin dormir ni de noche ni de día y medio comía si a eso se llamaba comer. Llamé al medico para que me mandaran una ambulancia y me internaran en un psiquiátrico, la desesperación era total y lo veía como el único remedio. El médico me dictó unas técnicas de relajación por teléfono para que remitiera un poco la ansiedad y dijo que era normal que durante esas dos semanas se me estuvieran presentando más a menudo las crisis y que todo pasaría, que no fuera jamás a un psiquiátrico, que era lo peor que le podía pasar a una persona, que me calmara y me tomara un ansiolítico por el momento y que lo llamara si necesitaba hacerlo. Así lo hice y seguí al pie de la letra las indicaciones hasta que me calmé.
Otros días me sentaba en el sofá de la sala y miraba hacía la pared del frente durante horas con la mirada perdida y mil pensamientos oscuros por el laberinto de mi mente. De pronto me daba miedo algo, ¿no sé qué? En fin, pasaba triste y callado. Las mañanas eran peores, largas, no pasaban ni los segundos, siempre que miraba el reloj era la misma hora y las mismas ideas devoraban mi mente. Mis neuronas iban a mil de una forma desordenada e incoherente creo yo y mi desespero crecía. Creo que lo único que me daba lástima de aquella situación era la mirada de mi hijo que le decía a su mamá ¿Mami, que le pasa a papi? Llegó un momento en que no me importaba nada ni nadie, menos yo. Quería desaparecer y dejar de ser ese estorbo que antes fue alguien. El mundo se me caía a los pies y yo no me inmutaba, ya no me importaba, nada era, ni sería peor que aquello y estaba casi seguro que no me iba a recuperar jamás, porque cada vez me encontraba peor. Dos o tres día seguidos se me dio por salir a caminar las calles de mi barrio para cansarme caminando durante horas y así poder dormir. Mientras caminaba aquellas solitarias calles a las tres de la tarde con el sol en su máximo esplendor, las únicas conjeturas que sacaba eran las que me llevaban a sentir lástima por mi mismo al verme como tantos otros que vi mil veces divagando sin son ni ton en las ruinas de su propio mundo.
Me estaba convirtiendo poco a poco en un caminante a la deriva, en un barco sin puerto que las olas llevan donde marca el viento.
A medida que llegaba la tarde, la ansiedad iba remitiendo y yo iba tomando la forma de antes. Inclusive, algunas de esas tardes llegué a reír más de dos veces seguidas y me sentí como el que siempre había sido. Entonces recuperaba la seguridad y la voluntad perdida. La primera vez de aquellas tardes, pensé que de golpe se me había desaparecido todo, que ya no volvería a sentirme así y que aquello había llegado a su fin. Que iluso, no sabía que algunas depresiones y ansiedades se calman por las tardes para volver con todas sus fuerzas en horas de la noche y peor aún en las mañanas.
La noche siguiente fue terrible, me desperté y comencé a caminar por la sala toda la noche y tenía ganas terribles de llorar y la impotencia de no poder dormir me ponía peor. Los ojos me ardían y tenía fatiga, me temblaba el cuerpo de pronto y las taquicardias y otras veces las arritmias volvían con más rabia.
Me gustaba estar a oscuras, la luz me fastidiaba. No quería cargar con ninguna responsabilidad y el sólo tener que llevar a mi hijo a el colegio me atemorizaba. Aún no sé como lo pude hacer tantas veces, pensaba que me iba a desmayar y las calles eran largas y diferentes a las de antes.
Comencé a salir más por las tardes y así a vencer el miedo, no soportaba los medios de transporte y menos los metros, cuando veía a las personas me decía entre mi – que dichoso será, seguro que no siente lo que estoy sintiendo yo, como se ríe, ojala yo pudiera hacer lo mismo, pero no puedo, si supiera lo que yo siento, pero como lo va a saber si esto lo llevo en el alma –
El futuro se tornaba oscuro y macabro para mi, no quería ni pensar en el. El presente era cruel conmigo y el pasado ya no tenía ningún significado.
Que hermosos los tiempos en que había sido en parte feliz, que lindos los días que me habían dejado hermosos recuerdos, todo era un ayer, todo un pasado, todo un sin mañana, una historia vivida para no recordar jamás.
Un mañana me miré al espejo y vi otra persona distinta a la que había sido, los ojos no miraban con aquella seguridad que me caracterizaba y mi semblante estaba opaco y cansado, mi cabello despeinado y la barba que llevaba era de más de cinco días. No tenía ganas de arreglarme, ¿para qué? Había perdido el brillo de los ojos y era como si fueran transparentes, no los logro olvidar porque me dieron miedo…ese día vi a otro yo dentro de mi…pero muy distinto al que yo soy…
Dudaba de todo y los demás decían la verdad en todas las cosas (eso creía), me sentía ignorante e inservible, pero sin embargo quería vivir.
Al mes de estar siguiendo el tratamiento, la doctora me recomendó vacaciones y dijo que de seguro me servirían, yo había deseado ese día todo el año y ahora que me decían que podía irme a disfrutar, no lo quería. Me dijo que no me preocupara, que a los quince días de estar relajado, iba a sentir la mejoría del viaje y la compañía de mis amigos me ayudaría en el tratamiento.
Mis amigos no sabían de mi estado, lo que menos tenía eran ganas de tomar el teléfono para llamarlos. No quería ni llamar, ni que me llamaran, odiaba lo que toda mi vida había sido mi perdición más querida (hablar por teléfono).
Después de pasar otra crisis en que mandé a cancelar las vacaciones y me olvidaba de ellas, acepté de mala forma viajar sin ganas de hacerlo, pues pensé que así me olvidaría del entorno que me había enfermado y desconectaría por fin. Sin saber que al viajar me llevaba conmigo todo aquello que me estaba matando, en mis maletas iban mis problemas…yo los había invitado y no podía hacer nada para que se alejaran. Esa fue otra de mis equivocaciones. Llegué como un cadáver viviente y sin ganas de ver a nadie. Hice un esfuerzo por guardar la compostura y no resentir a los que me fueron a recibir.
Los primeros quince días fueron insoportables. Primero el calor casi me mata, me sentía sin fuerzas y tampoco podía dormir. Fui donde un médico de la familia y después de realizarme un exhaustivo control médico y unos análisis, me dio unos consejos muy prácticos y una pequeña explicación de lo que estaba padeciendo, me dijo que si seguía las recomendaciones, máximo en dos meses estaría recuperado y que no me preocupara, que algo había ocasionado aquello, pero que el tiempo y mis cavilaciones me harían después saber que había sido y sino, no pasaba nada, pero que la vida seguía y debía seguir y que todo lo que un día que llega, igual se va. Que era cuestión de tiempo y ya me daría cuenta.
Poco a poco los medicamentos hicieron su efecto, sumándose a las vacaciones y al descanso que merecía mi cuerpo y mente.
Al terminar aquellas vacaciones, me había recuperado un setenta por ciento y comencé a ganar peso. El apetito estaba volviendo y el significado de las cosas iba obteniendo de nuevo su valor inicial. Disfrutaba de las calles y de los pequeños momentos, cosa que antes no hacia, que había olvidado con los años y eran maravillosas. Entendí que había miles de personas en mis condiciones, con mejor o peor estado económico que el mío, con mejores o peores familias que la mía, que esta era una enfermedad que no tiene status, ni edad, ni color, pero que se puede superar.
Comprendí que la vida sigue a pesar de todo lo malo o bueno que nos pueda pasar y todos somos vulnerables. Que hay que mirar las cosas bellas de la vida que son más que las malas por mucho que no parezca. Que el que no la ha padecido es mejor que calle y no peque. Es una de las peores cosas que le puede pasar a alguien, yo lo viví y prefiero jamás volver a pasar por eso. Es una pesadilla de pura sombra y tinieblas donde sólo quieres salir y no ves la luz que tu mismo has apagado sin saber cómo y por qué. Desde aquellos días, trato de vivir la vida con más sencillez y menos profundidad, sin analizarla tanto como antes, la vida en si es imperfecta y como tal, nosotros también imperfectos como el mundo. Llenos de errores y debilidades. Evito al máximo las presiones y el estrés, trato de dormir lo necesario o las pocas horas que duerma de forma placentera, evito pensar en cosas que me hagan daño y en aquellos problemas que no tengan solución, ya dice la Biblia que cada día trae su afán. Vivo el día a día, el mañana no se si llegara para mi, no es que sea pesimista, sino realista y objetivo. No hago las cosas por obligación, sino cuando las siento y espero sin preocuparme que las cosas lleguen, lo que va a pasar, pasará…esta es mi vida y debo vivirla arriesgando o no, pero debo hacerlo…
Aún recuerdo con gran gratitud las palabras de aquel doctor y amigo que me atendió. Palabras cargadas de sencillez desbordante y seguridad absoluta “así como llegó esta depresión a ti un día cualquiera, así un día cualquiera también se ira”
Hoy hace varios años que empecé aquel calvario y parece que fue ayer. Me queda el conocimiento de los síntomas de aquel trastorno y cuando quiere aparecer de nuevo esa depresión, yo la veo acercarse, me acecha silenciosa, pero ya no me da miedo, si cierto respeto, pero conozco también sus debilidades y la enfrento y entonces se aleja. Sé que no debo descuidarme, siempre ronda mi mente con sigilo, pero algunos trucos que he descubierto la echan lejos. Otras veces está en mi almohada, en mi reloj, debajo de la cama, en el armario. Se disfraza de pequeños nervios, de sueños, de rabia, de cansancio y música, de anhelos y añoranzas, de problemas que pueden resolverse y otros que no, pero no importa…la veo llegar y me alejo de ella. Sé que tal vez siempre será mi compañera, pero trataré de mantenerla al margen de mis cosas, que me vea de lejos solamente, sin tocarme, sin rozarme… a lo mejor a sí un día no lejano se olvide de mi…

Mi Tierra Querida

He dejado atrás algunos fantasmas que me impedían regresar y he decidido hacerlo ya.
Ayer me desperté con la gran idea de irme, de volver a mi antigua vida, sin los sofocos del desarrollo, sin las mentiras de esta felicidad inexistente que llevo hoy. Debo llenar mi alma de no sé qué, pero debo buscar ese algo intangible que espero y que sé que está en algún lugar para mi, y así hallar lo que mi vida necesita…siempre se debe luchar por los sueños que se quieren sin importar la edad que va en el alma, pero si se es joven cronológicamente, hay más tiempo para conseguirlos,…y sabemos, que de esa forma es bonito vivir…

Me aburrí, simplemente me aburrí…sé que hay algo más allá de las cosas materiales que mueve al hombre, por lo menos a mi me pasa y debo dar rienda suelta a esos motivos, para no quedar en el mañana sólo en lamentos y nada más…
La vida es algo más que la apariencia engañosa y efímera que da el dinero, es algo más grande e inexplicable…es el lugar donde se plasman las ideas del hombre y se vuelven tangibles, es el campo donde se desarrollan las civilizaciones siglos tras siglos, pero con seres pensantes y soñadores que hacen que todas las cosas que soñamos una vez como fantasías se hicieran realidad…es la oportunidad que tenemos de intentar cosas con derecho a equivocarnos…el tiempo se pasa y sólo nosotros mismos podremos contar de manera precisa lo que hicimos y lo que no a nuestros nietos. Que triste sería vivir toda nuestra vida sin intentar lo que nos motiva por dentro, lo que queríamos, pero no intentamos jamás por cobardía al fracaso. Muchas personas en iguales o inferiores condiciones que las nuestras, día a día empiezan una nueva aventuraron con el sólo propósito de conseguir sus sueños…no importa que lo consigan o no, lo que si es verdaderamente maravilloso, es que lo intentan contra muchas corrientes y muchas veces sin nada en las manos, solo la voluntad, y aunque el temor está siempre implícito en todas las aventuras que comenzamos, luchan por conseguirlo…y es más…luchan por sus sueños…luchan sobre todo por ser felices…

Cuando hablo de sueños, me refiero a aquellos que podemos conseguir bajo pasos metódicos, fragmentados y bien fundamentados. En vano hablaría de aquellas cosas que fueran humanamente imposibles de conseguir.
Yo siento muy dentro de mi, que algo me dice “hay cosas nuevas que te esperan, pero no vendrán a ti, sal a buscarlas, que el mundo es tuyo” Por eso mi mente sólo tiene una idea como máxima expresión…y es la del triunfo en lo que desee lograr.
Escalaré a lo más alto de mis sueños y los descifraré, saldré entonces con paso firme en pos de ellos, sé que habrá más de un tropiezo en el camino, pero no los aceptaré…lo demás es cuestión de tiempo y la impaciencia deberé controlarla, para así evitar consecuencias no deseadas. Buscaré así mi felicidad…

Mañana veré nuevamente con mis ojos a “Mi Tierra Querida”, la volveré a amar, así como he hecho siempre desde la distancia, pero ya no la extrañaré, porque estaré en sus brazos y caeré en sus redes una vez más…caminaré sus calles y haré lo que antes no hice, aquello con lo que yo, me quedé con ganas de hacer antes de irme, contemplaré ese firmamento que siempre ha sido mío en los recuerdos y reiré como un chiquillo lejos de aquel lugar que ayer me abrió sus puertas y los ojos para ver bien…


Eso Que Algunos Llaman Sueños

Hoy, al mirar un poco atrás, me doy cuenta que se me han pasado los años volando y casi ni me he percatado de eso, por ir pendiente muchas veces en cuestiones menos significativas y en otras ocasiones en aquellas que no lo hacen a uno más persona. No obstante también debo reconocer que mi paso por aquí ha sido transitorio, gratificante y fructífero para mi vida y crecimiento interno y social. He conocido y desarrollado otra visión del mundo, se han abierto en mi, otras perspectivas distintas a las que tenía antes de llegar a este lugar y mi formación en cuanto a la aceptación de una sociedad distinta a la que vengo también ha cambiado. Creí en su momento siempre en las cosas que hice y con pleno convencimiento he decidido marchar. Mi etapa aquí, siento y sé, que ha claudicado, y hay otras metas por las cuales debo luchar…

Me ha agradado de sobre manera haber conocido a personas significativas, y de las cuales aprendí más de lo qué ellas mismas piensan. Aquellos con los que me topaba en las mañanas, o que alguna vez tuvieron la oportunidad de compartir conmigo un café y pegarse a mi lado una leve, pero sustanciosa charla. Hice amigos, sí, amigos para seguir charlando kilométricamente, a los cuales alguna que otra vez podré contarle cosas de mi vida y escucharles con atención sobre el vaivén de las suyas. La verdad es que son casi seis años de estar en este lugar y no los he sentido, siento que en otra parte me está esperando algo, un no sé qué, que me hará crecer más, siendo en parte aún más feliz. Los objetivos que me he trazado han sido importantes, algunos los he alcanzado. Otros no, es como todo, a todos nos pasa, pero ahora debo pasar pagina y seguir con mis sueños, volverlos tangibles y enriquecer con cada paso el día a día de mi vida. No pensé conocer personas tan interesantes en este sitio, pero en realidad me encontré con grandes seres. Mis Jefes o Superiores me aceptaron como yo era, me corrigieron cuando debieron y me toleraron otras veces, por esos y por otros innumerables motivos, les doy mis más sinceros agradecimientos. Sé que nos es fácil dirigir, pero ellos han manifestado un exhaustivo control, que ha sido moderado por la reflexión en cada circunstancia y cada caso, sin olvidar la educación y los buenos modales, como tampoco el respeto de la dignidad humana, del cual siempre fui objeto de su parte.
Recuerdo detalles particulares de algunos empleados de las empresas con los que compartí un café y otras cosas con las que nos identificábamos, y esos momentos en los que manteníamos esas bromas picarescas del buen rollo que se debe llevar para la convivencia en lugares de trabajo. Me llevo recuerdos de esas bromas y miles de detalles inexplicables que me quedan de esos tiempos. Me quedan también mis amigos, algunos que hice aquí…y que me permitieron aprender más de esta cultura para desarrollarme y crecer en la vida, me llevo sus sonrisas grabadas y otras cosas que no se podrán enumerar, nombrar, describir, ni mucho menos olvidar con el paso de los años, por ser el fruto de una linda amistad.
Sé que en mi lugar quedan personas altamente cualificadas para desempeñar las tareas que en su momento se me asignaron y de las cuales pueden estar seguros de su lealtad, responsabilidad y seriedad, que son detalles fundamentales para dicho trabajo.
Siento ahora que he cumplido aquí, y me voy repleto de agradecimientos, y las ilusiones de cumplir eso que algunos llaman sueños…

jueves, 28 de agosto de 2008

Quisiera Volver Otra Vez...

Para K. Z. M.Y.
Cada tiempo y cada amor en la balanza de mi vida
tuvo su encanto y su dolor...
Quisiera volver otra vez
al tiempo que me dijo adiós,
y aunque era muy pobre también
hoy no soy más feliz que ayer...
Contarle detalles a la ingenua niña
que fuera mi primer amor...
esa que expresaba con miradas bellas su sed de pasión,
esa que marchara un septiembre cualquiera con mi corazón...
Recorrer los pasos que dí, en aquellas tardes sin sol,
vestido de niño y jugando en las calles de felicidad...
contar esos sueños que tanto anhelaba y jamás los viví,
decirle a los astros que escondan las lágrimas que derramé...
Quisiera volver otra vez
a la era de mi juventud,
borrar los errores de ayer
y evitar secuelas de hoy...
Contarle mis penas a la hermosa novia
que sabía escuchar mi dolor...
esa que reía y también lloraba con tanta lealtad,
esa que plasmara en aquel pañuelo el beso que aún está...
Recorrer momentos que ayer, los viví sin querer perder,
cuando era más joven, rodeado de amigos sin nada que hacer,
copiar el trayecto y pintar los recuerdos que nunca olvidé,
y decirle al tiempo que a veces el llanto me consoló más...
Quisiera volver otra vez
a aquel verano sin fin,
a sentir las risas y aliento
que tanto me hicieron feliz...
Contarle una a una a mi morenita
las veces que ella pensé...
esa que me amaba tan profundamente y sin condición,
esa que me enseñó que existen amores con loca pasión...
Recorrer lugares que vi, en nuestras noches del ayer,
cuando iba a mi lado rodeada entre escarchas de una luna gris,
porque mis miradas llegaban a su alma cual amanecer
y entre sus regazos gocé las delicias de una gran mujer...
Quisiera volver otra vez
al día que pronto se marchó,
robarle esas horas al tiempo
y guardarlas en mi corazón...
Contarle mis sueños a aquella chiquilla
que entre horas me enloqueció...
sea que llevaba entre sus cabelleras radiantes cascadas de luz,
esa que ignoraba que en mis labios frescos hallaría el amor...
Recorrer su cuerpo febril, tatuando de besos su ser,
como cuando fuimos al cielo y vinimos llenos de placer,
guardando mi historia también en su historia para no salir,
porque aún voy pensando en sus bellos ojazos cual flores de abril...

lunes, 25 de agosto de 2008

Todo Pasa.

Para María y Eduardo...
Mis viejos del alma.

Todo pasa como pasan los segundos,
Como pasó aquel verano por mi corazón…
Como pasan las miradas y los besos que nos dieron
Y llenaron nuestro pecho de gran ilusión…

Todo pasa mi amor…como tiene que pasar,
Como pasaron mis besos…y por ti mis ganas de amar…
Como hojas secas que el viento…un día cualquiera arrastró,
Como pasaron los años en que por ti moría yo…

Como pasa la inocencia también…
Ay! Mis viejos ya se fueron,
Pero! Yo busco en los senderos su voz,
Y hoy! No escucho ni un consuelo…
Y como! Todo pasa en la vida
Ay hombe…me voy a parrandear…

Y esa chica…que a mi tanto me gustaba,
Por la que mi alma daba mil vueltas de amor,
No es la misma…y quien lo imaginara
Que cuando ella me buscara no la amaría yo…

Ay! Todo pasa en la vida, si es que tiene que pasar,
Como pasaron mis ansias…por tus ganitas de amar…
Como los bellos momentos…que se quedaron atrás,
Como esas viejas promesas…que ya no se cumplirán…

Todo pasa como se pasa la infancia,
Como cuando nos dan gracias pero no hay razón…
Como pasaron los tiempos en que felices jugamos
Con nuestros viejos amigos del corazón…



Todo pasa mi amor…como tiene que pasar,
Como en el cielo las nubes…sin saber a donde van…
Como aquellos lindos cuentos…que jamás volví a escuchar,
Como los hermosos sueños…que no puede realizar…

Como pasa la juventud también…
Ay! Mis novias ya se fueron,
Pero! Yo tuve de sus labios su amor,
Y hoy! Es otra a quien yo quiero…
Y como! Todo pasa en la vida
Ay yo ahora! Me voy a disfrutar…

Y esas veces…en que yo tanto lloraba,
Porque aquella niña linda hirió mi corazón,
Todo pasa…y quien se imaginara
Que hoy no fuera ella la dueña de mi corazón…

Ay! Todo pasa en la vida, si es que tiene que pasar,
Como aquellos pececillos…entre las olas del mar,
Como los tantos amores…que la vida me arrancó…
Como el fuego de unos besos…que nunca olvidaré yo…

Mis Dudas De Hoy...


MIS DUDAS DE HOY…

Ya no recuerdo cuando aprendí
A decir tu nombre o cuando te conocí…
Fue en una época temprana en mi vida,
Pero no te olvide…

Mañana entenderás mis dudas de hoy
Y posarán entonces en tiempos de ayer…
Y así yo también sabré si me amaste
Cual sombra nocturna al anochecer…

Ausencia que silbas a mi oído
Y con susurros vuelves de nuevo a mi
Con tu nostalgia cargada de un olvido
Me haces sufrir…
Con mil suspiros y delirios fingidos
Que hablan de ti…

Ya no hallo en las veredas sinónimos de amor,
Que hablen de ti…
Ni siquiera revelan tus ojos el dolor
De aquel adiós…

Hoy que tus ojos no los puedo mirar…los lloraré
Y que tus labios no los puedo besar…los soñaré
Hoy que tu risa no la puedo escuchar…le cantaré
Tantas canciones que te pude entonar y me callé…

Mañana entenderás mis dudas de hoy
Y posarán entonces en tiempos de ayer…
Y así tú también sabrás si te amé…
Cual estrella al cielo en su atardecer…


MIS DUDAS DE HOY…

Ya no recuerdo cuando te fuiste
De mi vida y me dejaste así…
Fue en una época muy triste y dolida
Que jamás olvidé…

Mañana entenderás mis dudas de hoy
Y posarán entonces en tiempos de ayer…
Y así yo también sabré si me amaste
Cual sombra nocturna al anochecer…

Ausencia que envuelves mis recuerdos
Y por las noches te acuerdas más de mi,
Con tu silencio cargado de un olvido
Me haces sufrir…
Con tu dilema te ensañas conmigo
Y de mi vivir…

Hoy sólo queda la sombra de tu amor,
De aquel amor…
Ni siquiera has pensado mujer en el dolor
Que existe en mi…

Hoy que tus ojos no los puedo mirar…los lloraré
Y que tus labios no los puedo besar…los soñaré
Hoy que tu risa no la puedo escuchar…le cantaré
Tantas canciones que te pude entonar y me callé…

Mañana entenderás mis dudas de hoy
Y posarán entonces en tiempos de ayer…
Y así tú también sabrás si te amé…
Cual estrella al cielo en su atardecer…

Canción interpretada por Manuel y Ricardo Vega en el festival de la Canción Inédita en Turbaco - Bolivar (Colombia) 2002. Premiada como Finalista.

Compositor: Saulo Enrique Ospino Pereira.

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