sábado, 7 de junio de 2008

La Sombra De Tu Ausencia...


Ayer volví a sentir alegría en mi vida, y tu silueta la vislumbré en el tiempo y en la distancia ya sin años, ni temores, ni prejuicios que me impidieran imaginarte como eras entonces, como antes, si, como antes de ser los dos tan fríos como ahora somos, tal vez me he contagiado de tu silencio indómito sin darme cuenta, quizás has cambiado también sin percibirlo, es triste reencontrarte en todas mis mañanas y noches, sin poder explicarme que nos pasó, sin entender siquiera donde están hoy los sueños que pensé realizar contigo y mis antiguas promesas que quedaron inconclusas con el tiempo, porque hubo algo más fuerte que yo que me desvió de todo cuanto quise y una tarde sin fronteras, descubrí entre las sombras de tu ausencia y mis miedos, que tus ojos ya sin lagrimas, ni llanto, ni odio, se cansaron de esperarme y tu mente dócilmente me fue apartando tristemente de tus pensamientos.
En vano ahora trato de decirte cosas que suenan a nada, sin que me lo digas lo sé, lo presiento, pero no podrías entenderme aunque lo quisieras, y comprendo que es más fácil pensarte y extrañarte con nostalgia, que esperar tus palabras calidas, que se hacen ya lejanas e inexistentes con los días.
Recuerdo esa cabellera fresca acariciándote la espalda y tus pasos largos y agitados cruzando nuestra esquina, te imagino siempre aunque no quiera, porque tú estás y estarás presente en cada paso de mi vida. Veo una noche ya distante que apareces frente a mi y tu minifalda roja me seduce como otras tantas veces ya pasadas y con aquella blusa blanca de flores adornando tu silueta. Te miro fijamente y me adentro en tus ojos grandes como estrellas de otros tiempos, me entrego a ellos como quien le entrega la vida al ser que ama y penetra en sus entrañas sin darse cuenta. De pronto siento el leve aroma de un aliento que no es el mío y me agrada, unos suaves labios que me seducen y arrancan la vida misma, unas tiernas manos que acarician mi rostro juvenil ya ido, una canción de ayer y las mismas ganas de volver a sentir, “nuestro primer beso de amor.
Con nostalgia hoy siento, que recordando se me han sumado y pasado los años sin ti, sin la alegría de aquellos días entre tus brazos, así se escapa paso a paso lo que siento sin tus besos…sin las palabras que me enseñaron a amar sin condiciones…no sé hasta cuando iré envolviendo y escondiendo las imágenes que no sobran de nosotros, ni de nuestras noches de jóvenes enamorados, para sacarlas de nuevo a pasear un día con la ilusión al hombro y la inocencia de nuestros días dorados, y ser de nuevo por un instante el cazador incauto de tus amores…el mismo que una noche ya sin nombre conquistó tu corazón…

No hay comentarios:

Que tal te ha parecido este escrito

Buscar este blog