lunes, 16 de junio de 2008

Otra Mentira

No te marches amor, no sé que voy a hacer sin ti. Sé que no volverás, algo me lo dice y me da mucho miedo que no regreses. Sé que si te marchas y no regresas, me voy a morir de dolor.
-Tienes que ser fuerte y saber esperar - fueron mis palabras-
-pero que quieres que haga - respondió ella - si te quiero y tu tienes allá a otra persona a quien amar. No debí seguir contigo, ahora me toca sufrir por eso, lo sé...
-el tiempo pasa rápido, no te aferres a cosas que no van a suceder, no entiendo por qué estás tan pesimista, no es bueno que estes tan negativa y...- le dije -
- me interrumpió diciendo - si no vuelves no sé que va a ser de mi, es más, estoy segura que no seré para nadie más y tu sabes que es así, pues no quiero estar en los brazos de otra persona mientras mi verdadero amor se diluye en los labios de otra - no digas eso, respondí - no vale la pena atormentarte en futuros inciertos, además, podría llegar a tu vida otro amor mejor que yo, la vida es así y no sabemos en que esquina nos esté esperando, dale tiempo al tiempo, ya que es quien decide en realidad el destino de las cosas y los seres -
Hace ya tanto de aquellas palabras y aún me pregunto como se pueden decir tantas cosas en las redes del amor, sin meditarlas por estar en esa burbuja que nos disfraza el alma. Razono incesantemente ante esos recuerdos y deduzco que el amor es un instante en un momento determinante en la vida de todos, que nos quema un día tan sórdidamente y al amanecer no es más que el frío de un témpano de hielo que queda diluyendo nuestros pasos.
Tal vez aquella fue otra mentira más, de esas que escuché entre las turbulentas alas de cupido en su vuelo al azar, o entre los regazos del amor de aquella mujer que un día me entregó sus sueños.

Hoy a ciencia cierta creo, que no fui sólo el que mintió...

Relato publicado en Mayo de 2004 en La Revista Entreletras, difundida en Barcelona.

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