jueves, 24 de julio de 2008

Me Queda La Dicha


Sé que me iré difuminando en tu vida poco a poco, el tiempo se encargará de eso como tú dices, trataré de mimetizar en canciones y escritos lo vivido, te dejo cuantos te hice, sólo me quedo con mis recuerdos, los tuyos son tuyos, harás lo que quieras con ellos, por algo te pertenecen.
Las aguas cristalinas de aquellas playas y de aquella isla, tal vez ni se acuerden de ese tiempo, pero a mi me basta con que yo lo haga.
Me queda la dicha de haberte amado de verdad y en corto tiempo te amé como estoy seguro nadie lo hará aunque pase el resto de los días a tu lado. Hoy que siento que te pierdo más que nunca, o que has abierto la puerta de emergencia en tu partida, también sé que no te olvidaré porque no quiero.
Los días cálidos y largos me hablan de ti…las noches cortas y frías hablan de mi…
A lo mejor un día cualquiera nos encontremos en las calles de una gran ciudad y nuestras miradas se crucen, o tal vez pasemos sin decirnos una sola palabra.
Hoy me despido con el deber cumplido de haberte amado como se ama a una gran mujer…de decirte que siempre he estado y siempre estaré en ti como una vez te lo prometí, que tal vez te dejé de querer, pero no podré olvidarte…ahora vuela mi vida, que son tuyas tus alas y tienes ganas de volar…la magia te espera en esos lugares donde no estaré yo, pero no importa…es tu tiempo y no lo pierdas. Si alguien te pregunta por mi, dile que ya no te convenían mis besos, que mis palabras eran frías y nuestros sueños ya distintos. Que para poder despegar debías quemar el puente de tu pasado para no poder volver y ya lo has hecho…dile que tal vez me olvidaste…
Que la historia que viviste a mi lado si fue una historia de verdad, digna de contar, de soñar. Fue más que un sueño, porque fue real, pero el tiempo hizo su trabajo en ti y allí estás otra vez sola…igual que ayer, como te conocí, esperando ese príncipe azul para que alumbre tu vida.
No sé quien seré para ti de ahora en adelante… Te doy gracias por haberme amado, aguantado y aceptado como lo hiciste. Las despedidas son tristes, por eso no me despido. A lo mejor tenga la oportunidad de amarte otra vez en otra vida, o en algún bello sueño de los que sueño. Perdóname por haberte causado daño si un día lo hice, no fue mi intención y de veras lo siento…
Sólo Dios sabe cuanto te amé…

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