jueves, 24 de julio de 2008

Como Aquel pañuelo


Te miraba tan lejos y tan cerca a la vez,

en verdad no te quería perder...

y tú,

seguías sentada en ese andén

mientras yo te confundí

y te perdí...



En la inmensidad de los años

los años de nuestro amor se ahogaron

en un mar de lágrimas blancas

y entristecieron mis pensamientos,

ahondaron mis penas...

y llegaron las dudas

y sólo pensé en ti.



Tan sólo esperaba volverte a ver

y encontrar una respuesta

o tu mirada,

o esa mirada perdida en el instante,

o en la oscuridad.

Tan sólo esperaba encontrar una respuesta

en tus palabras,

o mejor...

encontrarte a ti.



Sólo pensé en tu amor

tan frío como tus besos,

tan triste como el silencio

y tan duro como la ausencia.


Si...tan triste como tu ayer...


Seguí buscando para encontrar esa respuesta

o el por qué se fue lo bello,

lo que se ama, lo que es de uno largo tiempo

y se pierde en un instante

como las olas o las brisas,

como el tiempo o el calor...



Yo tan sólo esperaba sentir tus manos

nuevamente sobre mi piel,

sentir tus dedos acariciando mi rostro

mi cuerpo...mi sombra

y también mis pensamientos,

pero como una nube gris todo se oscureció

se desvaneció,

te busqué

y no te pude encontrar,

y en mi memoria quedo grabada

aquella mirada que nunca olvidé...


Después de ese tiempo yo seguí sin vida

y lloré en mi camino

y sin saber cómo...te volví a encontrar

en un día muy triste con un cielo gris...


Te volví a encontrar

en la servilleta en que un día escribí

entre hermosas frases mis versos de amor.


Versos que un día incierto escribí por ti

y una noche oscura

también los perdí...

pero el mismo tiempo devolvió otra vez

en la servilleta triste y arrugada

donde los copié.


Estaban dormidos en la soledad

entre los poemas de mi adolescencia,

junto a aquellos versos de mi juventud,

y te volví a querer...y te volví a adorar

como aquella vez, o tal vez mejor...



Y te volví a guardar en mi corazón

como aquel pañuelo de mi adoración

donde un día plasmaste lo que te enseñé

lo que ayer vivimos y no confesé...

en ese pañuelo que nos separó

quedó el beso más puro de aquel bello amor...


Poema finalista del concurso del Ajuntament de Canvidalet, Barcelona 2000.

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