lunes, 18 de marzo de 2013

No Vengas si Debes Irte......

Me gustabas más de la cuenta en que debía gustarme ese alguien a quien los dos sabíamos que no debía amar. ¿Me pregunto por qué y por qué también a ti te ocurría lo mismo?

¿Somos culpables de sentir esto o victimas de un sentimiento? ¿Cómo evitar sentir lo que se siente y hacer lo que se hace por ello?

He decidido recordarte como eras ayer porque así es como quiero recordarte hoy. ¿Y por qué recordarte así? Porque así te dejé de ver y así me llegan tus recuerdos…tus miradas de ángel…tus palabras sueltas…y todos tus gestos…y también tú aroma guardado y añejo que no muere por más que claudiquen los años.

Hay secuelas que son imborrables como aquel silencio de tus labios esquivos. No quiero ser el refugio de tus soledades ni convertirme en un recuerdo prescrito. Los refugios son descubiertos y lo prescrito no tiene valor.



Las llanuras de tu olvido se ven lejanas…sin fronteras…sin huellas. Muéstrame el camino para regresar y no volver a sufrir de ausencia.

No te encontré en ningún lado ¿Dónde buscarte, dónde encontrarte? Si estabas en todas partes y ninguna eras tú. Te difuminabas en aquellos días ante mis ojos como algo etéreo y algo así no se puede concebir.

Alimentar un imposible hace daño como el desamor castiga a un corazón herido.

¿Por qué jamás volviste para calmar mis tormentos? ¿Por qué el vació fue lo único que dejaste en mí? Sabías que te adoraba y te hundiste entre mi pecho…y te alejaste como si nada y me dolió…sí, me dolió…ya ves…como duele perder a quien nos hace feliz y sentir cosas distintas...y se marcha dejándonos en el camino apartados a la nada.

¿Pero a quién reclamo por cómo fuimos? Sólo una ilusión…un deseo. ¿Por qué no me mandaste una señal? Yo la esperaba. Jamás me insinuaste siquiera el camino que me llevara de nuevo a ti. Yo te brindé mis pasos...

Reprocho tantas cosas y de nada sirve. Tú no eres culpable como tampoco lo fui yo. ¿A quién culpar ahora y a que aferrarnos si mis labios te anhelan y tú corazón pregunta por mi?

Lo que duele tanto es el olvido y sin embargo no te olvidé…puedes darte por satisfecha entonces, porque encontrar tu silueta en todas partes se convirtió en mi vivir, hasta que una noche mirando la luna frente a las estrellas, le pregunté a mi corazón si en verdad te había amado o habías sido sólo un recuerdo…pero mi corazón calló…

Hoy abrí un libro de poemas…y te recordé como siempre, pero hubo algo que me impactó y fue una frase que dice:

“…no vengas si debes irte…tal vez sea mejor para los dos…”

No hay comentarios:

Que tal te ha parecido este escrito

Buscar este blog