Qué hemos hecho algunas veces para
merecer lo que hoy vivimos. Algunas cosas las merecemos, otras no, pero es lo
que nos toca aunque no lo comprendamos. Muchas son más que las que nos hubiésemos
ganado por nuestros actos…pero otras menos.
Me miro sentado en una esquina que era
mi casa de antaño, dónde vivía cuando era distinto al de hoy, cuando tenía
sueños distintos a los que ahora tengo y creía que todo lo podía conseguir
porque lo imposible no existía, y si existía no podía ser imposible para mí.
No soy aquel que imaginé ser…no tengo la
culpa de ser este ser más imperfecto del que hubiera creído jamás. La mayoría
de las cosas se me van de las manos por mí mismo. Puedo aconsejar a mil
personas y para mí no valen mis consejos ni deducciones que se pierden en
divergencias internas de mi mente.
En esa esquina perdí grandes sueños de
mi vida, se quedaron esperándome para siempre porque ya no regresaré allí. Ya no
es mi casa…esa casa que tanto amé, donde crecí y vivieron mis abuelos. Donde murieron
también ellos y tantas ilusiones que fueron mías alguna vez.
Dicen que esas calles ya no son iguales
y es verdad. La última vez que caminé por ellas no huelen a almendras, ni a humedad.
El olor a tierra mojada me gustaba, pero como tantas cosas buenas ya se fue. Ahora
otras lluvias le darán nuevos olores y otros caminarán por ella como lo hice
ayer.
Extraño aquella escalera de caracol y
quien fui en esos días. Los salones repletos de alumnos mientras me esmeraba en
que fueran mejores personas me traen buenos recuerdos, como tantas otras imágenes
que hoy me llegan borrosas cuando los ojos se me cargan de lágrimas por tantas
situaciones que a veces no puedo describir porque no me salen las palabras. Se me
escabullen los sentimientos contrariados en distintas direcciones cuando me
busco y no me encuentro.
En esa esquina se quedó mi verdadera
vida, esta es otra prestada que jamás ha sido mía. Quién puede medir mis
acciones sin que me sienta culpable de tantos comportamientos absurdos. He tratado
de ser buen hijo. Voy perdiendo la batalla de la enseñanza de mis hijos y me
voy quedando solo en el camino. Mañana no habré cumplido la tarea que me
encomendaron para guiarlos y siento que se me escapan como raíces.
Tocar el cielo con la punta de los dedos
lo he hecho muchas veces. Pero no es verdad. Es como creer agarrar las estrellas
sin ser agarrarlas. He pedido deseos a estrellas fugaces tantas veces y no se
me ha cumplido ninguno. Los dramas de la vida dicen que son los que nos hacen
fuertes, pero aún así nunca he superado mi debilidad. ¿Por qué ya no eres igual
que ayer, por qué tu carácter ha cambiado tanto, dónde dejaste lo que ayer me
gustaba de ti? Yo sé que no soy el mismo, quizás sea culpa mía, y por eso no te
entienda muchas veces. A lo mejor nunca fuimos lo que creímos ser o lo que
quisimos. Tal vez hoy seamos lo que estamos predestinados a ser en realidad. Un
recuerdo.
Hoy no estoy en esa esquina que tanto me
gustaba y en la que me sentaba con mis amigos a hablar de cosas que queríamos. Estoy
en el sofá de mi casa…solo…conmigo mismo. Entrando en mi mente para tratar de
averiguar más de mí, de aquello que no sé o sé de algún modo distinto al que
debería saber.
Hay días en que te haces muchas
preguntas. Hoy es un día de esos. En que me cuestiono en que más he fallado. Ya
son tantas en las que he abierto grietas que quizás me he acostumbrado a ser de
hielo en apariencias. El hombre fuerte que por dentro se derrumba a solas. En caída
libre se piensa menos. Te pones una coraza y sigues aparentando lo que no es. Casi
todos viven así, qué más da uno más.
Noto una leve sensación que me hace
recordar que he vivido más y menos de la cuenta situaciones que he querido. Que
no he estado preparado muchas veces. Que amé a mi manera a muchas personas que
esperaron más de mí. Es otra de las tantas imperfecciones de mi vida…amar a mí
manera.
Pero hoy aquí sentado en mi sofá, la brújula
de la vida me está marcando el norte y yo voy al sur. Tal vez si decido tomar
ese camino del cual me estoy alejando, logre algún día encontrar en realidad a ese
que dejé un día en aquella esquina esperando por mí…ojalá mañana si regreso no
sea tarde para eso…
No hay comentarios:
Publicar un comentario