lunes, 18 de marzo de 2013

Detrás de la Ventana......

Detrás de la ventana, sentado frente al computador vislumbro el firmamento que parece tan amplio como los recuerdos que tengo de ti...

Quizás esto sea una situación nueva en que se cruzan nuestras dudas y quereres a la vez. Mientras, tomo lentamente un sorbo de jugo del vaso que mi amigo me trajo con tanta amabilidad. Su amistad no tiene precio, quien iba a pensarlo. Los amigos son como ángeles de nuestro camino.


Mañana sé que volverás a estar presente en mi memoria, lejos de esta ventana y esta distancia que hace sentir frialdad y nos distancia largamente.


Veo tus sonrisas de adolescente inquieta como cuando te conocí, la chica de mis sueños, de estos sueños donde ahora reapareces. La figura incesante y contagiosa de tu alegría me transporta a unos tiempos que fueron maravillosos.


Desde esta ventana el cristal me muestra límites inexistentes…pero que existen como los rayos del sol que no se ven y queman con su fuego. Tu rostro se refleja en la ventana y no estás. El estar cerca o lejos depende de lo que se sienta. El silencio ya no asusta cuando te acostumbras a divagar en solitario en busca de esos latidos que fueron de una forma míos. Trato de traspasar el cristal y tocarte y besarte y no puedo. Nuevamente me quedo sin ti.


Mi amigo se acerca nuevamente y me dice que hable en este escrito de la piscina que se divisa detrás de la ventana. Le digo que no me inspira nada, de ella solo me gusta el color azul que se refleja del cielo en sus aguas. Sé que no es buena la sensación que tengo de culpabilidad de tantas cosas, de mi cobardía temprana y poca insistencia por ti. Pude arriesgar más por tus besos que esperaron mi osadía que jamás llegó.


Donde te escondieron que te busqué y no estabas. Quienes mienten a jóvenes enamorados jamás sabrán el daño que hacen sus palabras. No te volví a ver porque te hiciste lejana como las sombras. Las sombras hacen daño a corazones como el mío. Tu ausencia me hizo más. Me bastaba mirarte para ser feliz y tú lo sabías. Tu silencio me consumió…


Difusa es la vida cuando se vive como la he vivido. Se van quedando trozos de recuerdos en el sendero. Siempre me entrego todo, no dejo nada para la vuelta. No me gustan las migajas. Mi amigo me pregunta de quién hablo. Le respondo que son sueños. Me dice que como se pueden escribir los sueños. Le respondo que es como hablar del sabor de la nostalgia. Es algo que se siente aunque sea abstracto. Me pregunta si te amé y le respondo que aún te amo. Se queda callado y me deja solo mientras escribo.


Te esperé muchas veces y tú tan joven entonces me ignorabas. La inexperiencia nos roba las oportunidades. Tú me robaste el corazón y me dejaste tus miradas en los ojos. Vivir del recuerdo no vale cuando has querido tanto y ha sido en vano. Ir o venir…esa es la pregunta. Ya no quiero sueños que me hablen de ti, sino los besos que me debes de ayer.


Mi amigo me dice que es la hora de marcharnos, que la nieve pronto empezará a caer y nos complicará el camino porque el trayecto es largo…y es cierto, es largo y frío…como el tiempo que llevo sin verte.


Ahora debo dejar de escribir para marcharme con tu imagen metida en mis recuerdos. Para luchar con el temor de no volver a rozar tus manos de hielo…para esperar ansiosamente el día en que nuestros labios se unan por primera vez…y entre mis besos me digas“Te Amo”.

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