Cuando siento que mi vida en el camino
se va desafinando lentamente, recuerdo tu esfinge, “tu figura de guitarra” entre mis manos, y poco a poco mi vida va
retomando sentido.
Tu silueta me empuja a seguir sin miedo tus
pasos y multiplica la ganas de seguir el sendero por donde ahora no estás, pero
es solo el deseo de concebirte aquí en mi pecho una vez más, y entre mis
suspiros comprendas la fuerza de mi amor.
Sé que un día no muy lejano volveremos a
ser dos niños nuevamente, a sentir el néctar del amor entre los labios, y a
degustar de nuestros cuerpos en la noche.
Aquella tarde contigo llego el amor que
yo esperaba. Con tus besos me arrancaste la vida misma, me amarraste a tu
cintura, me trajiste la alegría, y allí en tu cuerpo de sirena se quedaron mis
más profundas ganas de seguir amando.
Cuando siento que mi vida en el camino
se va desafinando lentamente, recuerdo tu esfinge, “tu figura de guitarra” entre mis manos, y poco a poco mi vida va
retomando sentido.
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