El camino para
transmitir un sentimiento bien pleno está en la sinceridad. La sinceridad solo
es reciproca si la entregas, no esperes más porque nada es gratis, y todo se
paga de alguna manera aunque parezca mentira, La mentira juega en nuestra
contra y se multiplica con el paso de los días, va creciendo como un castillo
de naipes hasta caer sobre nosotros mismos.
Nosotros mismos nos
cerramos los caminos que se nos abren en busca de la felicidad. La felicidad no
es eterna, es la suma de esos fragmentos que nos van generando poco a poco
satisfacción en la vida. La vida es esa oportunidad que nos da Dios para dejar
huellas de nuestro paso por el mundo.
El mundo es lo que
nosotros vamos construyendo o
destruyendo a nuestro alrededor con esas acciones u omisiones que generan
nuestra imagen. Nuestra imagen debe ser intachable ante la sociedad, y aun
sabiendo que la perfección es inhumana, debemos buscar esa excelencia que nos
haga mirar de frente a las personas. Las personas merecen respeto ante todo, el
mismo que queremos nosotros, ese respeto nos lo ganamos con nuestro proceder.
Nuestro proceder va
marcando nuestro sendero y nuestro futuro, del cual vendrán los frutos que nos
llenarán de tristezas o alegrías. Alegrías son las que he vivido de mil maneras
distintas en la vida sin deberle una sonrisa a nadie, porque trato de ser
transparente en cada instante y dar lo mejor de mí con mis acciones, dejando en
ellos los mejores recuerdos.
Recuerdos son los que
llevo en mi memoria de los gestos, sonrisas, o miradas de quienes siempre irán
en mí porque marcaron mi historia de emotivos o bellos momentos. Momentos son
los que hacen de cada tiempo algo especial, de cada canción un recuerdo, de
cada aroma una nostalgia.
Nostalgia es la que
hace que nos olvidemos que la vida es bella y que hay más cosas buenas que
malas, y de nada vale recordar lo que nos hace daño y no podemos cambiar, que
quienes nos traicionan se pierden la oportunidad de encontrar el verdadero
sentido de la vida en los brazos un amor. Un amor es lo que nos hace renacer
cuando creemos que todo está acabado, y nos llena la vida de colores distintos,
y en cada amanecer nos cambia el mundo transformando nuestra realidad.
Nuestra realidad
depende de lo que queramos con todas nuestras fuerzas, sin divagar en sueños ni
en esas cosas imposibles de mantener en el tiempo. El tiempo es el que nos hace
sabios o incautos con los años, el que nos transforma el carácter por las
experiencias vividas, el que nos hace ver las cosas distintas y nos baja de las
nubes muchas veces, el que nos muestra que la prudencia y la soberbia van por
caminos distintos.
Caminos distintos son
los que nos alejan de quienes no nos merecen, y nos dan la oportunidad de ver
que hay seres especiales que nos esperan con sus labios dispuestos a hablarnos
sin mentiras, porque entienden que el camino para transmitir un sentimiento
bien pleno está en la sinceridad.
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