sábado, 3 de diciembre de 2011

Tu Aroma de Fruta Fresca...

Al levantarme me he despertado con tu imagen clavada en mis sentidos, y en mis pensamientos divagas de un lado para otro como si mi vida fuera tuya. No sé si eso es bueno o malo, tan solo que me brindas una rara sensación.

En estos momentos quisiera rozar tu piel con los sueños de mi vida mientras duermes, y cumplir los tuyos totalmente cabalgando en ilusiones, pero es utópico decir esto, sin saber lo que deseas. Sería hermoso apagar tus dudas, y no ser una mera expectativa, sino la realidad que te envuelve. Querría decirte tantas cosas, pero prefiero que las descubra el tiempo. Que al imaginar mis ojos, que se hacen más lejanos con esta distancia que nos perturba largamente, entiendas lo que muchas veces mi silencio te deja. Tus miradas de águila orgullosa son el reflejo de una mujer indómita que no deja de ser en realidad hoy la princesa que se roba mis sueños.

El amor llega, y no nos damos cuenta ¿cómo, ni cuándo, ni por qué? Las ilusiones nos envuelven y el corazón se acelera. Pensamos más de la cuenta en quien se va metiendo en nuestra mente de forma intrépida y nos domina el alma sin más condición que amar. Nos nacen los deseos enormes de estar con ella de forma distinta a la que creímos sentir. Y sin saber por qué en corto tiempo se pueden sentir muchas cosas juntas. No me gusta tu silencio, ni esa frialdad que te hace implacable. Te adoro cuando llegas a mi lo lado sin escudos, ni barreras, y me haces sentir ese ser que desea cumplir tus ilusiones, y no el que osa profanar tu corazón.

Me gustaría respirar tu aroma de fruta fresca y con mis besos apasionados y locos entregarte el alma entera. Abrazarte con las ganas que me sobran y contarte mis secretos al oído. Reírme junto a tu silueta mirando tus ojos de felina, y evitando ese carácter de muralla que sin querer te marca. Ceñirme a tus pechos de manzana, y degustar los placeres de tu boca, porque con tus miradas de fuego y labios de carmín les das color y calor a mis sueños.

Quiero que sepas que me transportas a otra época, y vuelvo a saborear la dulzura de unos tiempos que creí perdidos…Tú…Princesita de mi vida…mañana no sé que nos depare el destino…tan solo que hoy incursionas en mi vida...y me haces feliz...

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