viernes, 29 de abril de 2011

Un tiempo En Que Se Fue Niño



Ayer 28 de Abril de 2011 se fue mi Abuela Vicenta Paternina de ésta vida, pero...


Hablar de mi abuela Vicenta, es recordar un tiempo en que se fue niño, en que corríamos y jugábamos en nuestra infancia aquéllos “mis primos queridos del alma”, provenientes de su segunda generación.

Al recordarla me veo rodeado de felicidad. Si alguien mirara mis ojos ahora, notara la alegría de aquellos años en mi vida, cuando subíamos en vacaciones las gradas de la Finca Monte Claro, en busca de palabras cálidas, esas que siempre brotaban con espontaneidad de sus tiernos labios con sabias frases.

Tres generaciones desprendidas ejemplarmente de una familia matriarcal, un tronco que jamás difuminó. Hijos, nietos y bisnietos la recordamos con semblante sereno, y hablar plausible, producto de una ardua vida llena de desasosiegos que la llenaron de sabiduría y tolerancia en busca de mejores horizontes.

Me hubiese gustado regalarte unas últimas sonrisas, y "los cuentos de mi vida", agarrarte de la mano y sonreír contigo, preguntarte una vez más ¿Por qué me cuidabas tanto?, ¿Por qué viviste la vida siendo una vereda para otros?, ¿Por qué sabías las respuestas de casi todas las cosas que los demás desconocíamos?, y por aquellos secretos que se fueron contigo y me quedé con ganas de saber...

Olores de otros tiempos me llegan desde lejos con tu ausencia, recuerdos constantes se cruzan en mi memoria sin frenos, aún así bien sabemos que no te has ido para siempre, pervivirás en el corazón de quienes te quisieron, y también de quienes a pesar de las distancias, circunstancias u otros motivos no pudimos estar contigo en este último adiós de tu vida.

Abuela Vicenta Paternina. (Q.P.D.)

Los seres queridos jamás fenecen, y sus recuerdos perdurarán por siempre en la memoria y corazón de quienes los quisieron”.

Saulo Enrique Ospino Pereira.

Como Sonrisas de Niños




Ese tiempo en que tus labios y mis labios
Fueron uno solo
Y el sabor de tus besos
Fue transitorio como el viento
Es perenne en mi vida

Ese ensueño
Aunque yace hoy esparcido como sombra
En lo que hoy es nada
Fue ayer el todo que transformó mis sueños

¡Distante juventud de placeres perdidos !
Bastardos tiempos ya idos
Que galopan sin jinete
Arrutanados y a la deriva
…No consigo olvidarlos

¡Ojos grandes!
Inmensos como las praderas
Radiantes como el sol de mil veranos
Y profundos como la intangibilidad de los mares

Me escondo para que ellos
No me descubran llorar
Y así concebir solo mis sufrimientos

Unas risas se escuchan a lo lejos
Eres tú en mis recuerdos
Que regresas cada noche a mi memoria
Como tratando de forjar aquellos sueños
Que nos faltaron por vivir

Deambulo a veces con tu nombre
Prendido a mis labios
Y tú aroma pegado a mis sentidos
Como ayer anduve yo ceñido a tu cintura

Estás frente a mi
…Quedo mudo
Como otras tantas veces en que callé a tu lado
Tan solo para grabar tu silueta en mi vida
Y conservar para siempre
Algo que no volverá

¡Ojos grandes!
Si, como nuestras ilusiones de antaño
Las mismas que pensaste cumplir conmigo
Y se escaparon de nuestros labios
Como sonrisas de niños

sábado, 9 de abril de 2011

Piel Canela


Te vi llegar y quedé sorprendido

con tu belleza y elegancia al caminar

no dije nada, me escondí en tus miradas

y a tu silencio le robé un suspirar


Cuando te vi tan linda yo comprendí enseguida

que el amor de mi vida viajaba en tu sonreír

me comporté distante, ajeno y también discreto

para evitar que todos se fueran a enterar


Hermosa piel canela de besos encantados

de cabellos dorados de inocencia en tu ser

recuerdo aquella noche como un sueño sagrado

mientras allí a mi lado yo te quería tener


Te posaste en mi vida como un dardo certero

creando un gran desespero allí en mi corazón

coquetas tus miradas se cruzaban conmigo

y un amigo me dijo que serías mi ilusión


Te vi otra vez una tarde muy corta

entre unas horas seguidas por un adiós

pude entender que se escapaba el tiempo

mientras marchaba corriendo en nuestro reloj


Al verte allí supe que sería el día

que aquellos tiernos labios yo debería besar

porque en aquella banca solo Dios fue testigo

de los primeros besos que nos pudimos dar


Hermosa piel canela de besos encantados

de cabellos dorados y labios de jazmín

recuerdo aquella tarde que no estuvo prohibido

amarnos locamente como pudimos ver


Te metiste en mi alma con tus suaves caricias

nos perdimos en besos, lujurias de pasión

y sumamos al mundo y rumbo de nuestra historia

aquel fugaz romance de nuestro corazón


En tu cuerpo perfecto yo dejé un gran recuerdo

tal vez el más hermoso que te podría brindar

tatuando con el fuego de mis besos secretos

eso que ni el olvido jamás podrá borrar



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